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Al ser bajas en calorías (unas 60 por cada 100 gramos de producto) las moras pueden formar parte de un régimen hipocalórico, eso sí, en estado natural.
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Aunque gracias al cultivo resulta algo más fácil encontrarlas durante el resto del año, es ahora, durante los meses de septiembre y octubre, cuando las moras encuentran su mejor momento. Pequeños manjares muy beneficiosos para la salud (son ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales) que se convierten en ingrediente fundamental de numerosos postres, mermeladas, jaleas, licores, etc.
A TENER EN CUENTA
Para su recolección hay que elegir las de color negro brillante y, una vez en casa, guardarlas en el frigorífico. Así se conservarán en condiciones óptimas unos 3 días.
Recuerde que las moras son recomendadas en las dietas de adelgazamiento dado su bajo aporte calórico.
La infusión de hojas de mora salvaje (rubus fructicosus) es buena para hacer gárgaras y combatir las anginas.
Aunque su uso más habitual se da en repostería, esta fruta también se convierte en contrapunto perfecto para recetas saladas: platos de cordero, cerdo, pato, carnes de caza o, por ejemplo, como exótico toque para acompañar los más exquisitos foies.
Cuando está madura tiene propiedades laxantes y depurativas por lo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal así como a eliminar toxinas del organismo.
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