Álvaro Muñoz Escassi y Sonia Ferrer han escrito este fin de semana su segundo gran capítulo como pareja. Tras pasar unos días de pasión en el desierto de Marruecos, el jinete sevillano y la presentadora han continuado con su historia de amor en Madrid, más concretamente en el concierto que Obús dio en la capital y al que no solo acudieron, los dos enamorados, sino también algunos de los concursantes que participaron en el programa ¡Mira quién salta! junto a Fortu, vocalista del grupo, como Olvido Hormigos, Raquel Mosquera, o el humorista Paco Collado, gran amigo del cantante.
Con muchas ganas de disfrutar del concierto, aunque mucho más de su amor, Álvaro y Sonia, se colocaron en primera fila para disfrutar de los temas de Obús, cuyo líder no dudó en hacer cómplices a sus compañeros, a los que subió al escenario para marcarse unos cuantos bailes junto a ellos. Ni Sonia ni Álvaro perdieron su oportunidad y contagiados por el grupo disfrutaron de una noche de rock and roll.
Vestidos para la ocasión, con ropa de sport, Escassi con vaqueros y camiseta y Sonia con un minivestido negro, al que dio un toque muy heavy con una botas militares, la pareja aprovechó la oscuridad del concierto para intercambiarse decenas de besos y confidencias, sin importarle la presencia de sus compañeros de programa, con los que tanto la presentadora como el jinete parecen llevarse estupendamente.
A las puertas del camerino, al que fueron invitados personalmente por Fortu, la pareja no pudo resistirse y se fundió en un romántico beso, que dejó más que patente que ambos han decidido vivir su amor con naturalidad, sin mirar atrás, sin miedo a ser vistos, sin esconderse…
La atención mediática se centró en la pareja tras su paso por ¡Mira quién salta!. Tras el programa, el jinete rompía con Patricia Martínez, su novia de los últimos años, al tiempo que saltaba a la luz la crisis de la presentadora con su marido, el cirujano Marco Vricella, con el que tiene una niña, Laura, de 5 años. Al parecer, y según ha manifestado la propia Sonia, no fue Álvaro el detonante de esas crisis, pero sí quizá el impulso final. El caso es que ahora ambos se encuentran inmersos en una dura batalla judicial por su divorcio, con cruce de acusaciones.