Pocos tienen la suerte de que el día de su boda canten para sus invitados Maná y Paulina Rubio. Cristina Hidalgo, hija del presidente de Globalia, y Javier Blanco se cuentan entre esos pocos afortunados. Su enlace ha sido el gran acontecimiento social de este fin de semana, una fiesta por todo lo alto a la que han asistido ochocientos invitados entre los que nos han faltado destacados empresarios, cantantes, modelos, actrices, conocidos periodistas y jueces.
El enlace tuvo lugar a las 19,30h del sábado en la finca El jardín de Oñate de Aranjuez y el primero en llegar fue Javier, hermano de la novia, junto a sus amigos Nicolás Vallejo Nágera y Paulina Rubio. Más tarde fueron llegando otros amigos de Javier, director general de Globalia, como Alfonso de Borbón, sin su novia Eugenia Silva; Ronaldo y su novia, María Beatriz Anthony (embarazada de cinco meses); Israel Bayón sin Vicky Martín Berrocal y Fonsi Nieto que llegó solo mientras su mujer, Ariadne Artiles, entraba a la finca más tarde y junto a una amiga.
Un vestido palabra de honor con cola de tres metros
Cristina, directora de marketing de Globalia, llegó del brazo de su padre y padrino cuando el novio, Javier Blanco y que también trabaja en Globalia, ya la esperaba frente al altar. La novia eligió para el día de su boda un vestido de alta costura palabra de honor de línea forreau confeccionado en seda natural en color blanco cera creado por Manuel Mota para Pronovias. El vestido de estilo sirena por delante se convertía en una espectacular cola de talle alto de tres metros de longitud en la parte posterior. El vestido ha sido laboriosamente calado, incrustando a mano encaje rebrodé dibujando guirnaldas y motivos de flores. Cristina lució un maravilloso velo de seda rematado por ondas de encaje que se recogía en la parte alta de la cola y que se abría sobresaliendo del vestido más de un metro.
Ochocientos invitados
Paz Vega acudió con su marido, Orson Salazar, luciendo un vestido corto de Hannibal Laguna aunque la mayoría de las invitadas prefirieron vestidos largos. La única que optó por pantalones fue Laura Ponte que llegó con su marido, Beltrán Gómez-Acebo. El hermano menor de Beltrán, Fernando, también estuvo entre los convidados. El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, pusieron el toque futbolero.