Viaje de recuerdos fue el que hizo Elisabeth Reyes, Miss España 2006, a la República Dominicana, en compañía de las cincuenta y dos chicas que participarán este año en el concurso Miss España 2008 que se celebrarará el próximo uno de marzo en el complejo turístico de Marina D´Or, Oropesa del Mar.
Haciendo memoria de su experiencia en Fuerteventura, isla donde se concentraron las chicas el año que ella fue coronado como la mujer más guapa de España, Elisabeth recuerda los buenos momentos vividos cuando participó ella en el concurso y expresó en voz alta su consejo para las participantes: "Lo único que les puedo decir es que no finjan, que sean ellas mismas y que disfruten la experiencia, porque es algo que se vive una vez y nunca se olvida".
Vivido su año de reinado, que terminó cuando cedió la corona a Natalia Zabala, actual Miss España, Elisabeth se ha propuesto abrirse camino en el mundo del espectáculo sin dejar de lado, claro está, las pasarelas en las que empezó cuando tenía quince años en su tierra natal, Málaga: "Quiero continuar mi carrera como modelo, pero también con las vistas puestas en el mundo de la televisión porque algún día me gustaría hacer alguna serie como actriz, vocación que he ido sintiendo poco. Eso sí, soy consciente de que, antes de dar el paso, debo prepararme para hacer un buen papel".
La malagueña, que, a sus veintidós años, asegura haber madurado gracias al certamen de Miss España y a su cambio de vida, dejando a su familia en su tierra natal y trasladándose a Madrid, donde encontró otra familia "en la organización del concurso que preside Andrés Cid", reconoce que "cuando fui coronada me pasó por la cabeza renunciar al título porque me dí cuenta de lo que me cambiaba la vida de golpe y me venía muy grande".
Elisabeth, siempre discreta con su vida privada, nos confesó en tertulias relajadas al sol dominicano, que durante su año de reinado tenía novio: "El era un chico de Málaga que no entendía este mundo del famoseo y yo se lo respeté, por eso oculté mi relación siendo Miss España". Ahora está feliz al lado del futbolista del Real Madrid, Sergio Ramos, un año menor que ella, con quien está a punto de celebrar su primer año de noviazgo y a quien describe como "un chico humilde, sencillo y sobre todo buena persona". Sin duda, virtudes que han conquistado el corazón de la malagueña que, por otra parte, asegura, que "no quiero que me cuelguen la etiqueta de "novia de
", de hecho me da mucha rabia, prefiero ser reconocida por mi trabajo y esfuerzo en el mundo de la moda y espero que, dentro de nada, de la televisión". Y para zanjar cualquier atisbo de duda sobre su imagen de mujer florero, Elisabeth asegura rotunda: "Aunque me casara con Sergio, no dejaría de trabajar nunca porque me considero una mujer autosuficiente".
'Hay plena confianza entre ambos'
Consciente de la fama de mujeriegos que tienen los futbolistas, siempre rodeados de bellas mujeres, la malagueña pone la mano en el fuego por su chico, aunque reconoce que existen los lógicos celos de una pareja de enamorados, como es su caso, aunque "existe plena confianza entre ambos, que es lo más importante en una relación como la nuestra, donde los viajes son continúos".
Poco aficionada al deporte y, menos aún, al fútbol, Elisabeth confiesa que, desde que inició su relación con Sergio, ha ido interesándose más y más por el deporte del fútbol, pese a que "ni siquiera sabía lo que era un penalty", comenta con su gracejo andaluz.