El jugador del Real Madrid Míchel Salgado celebró anoche su 32 cumpleaños por todo lo alto en una conocida discoteca madrileña rodeado de numerosos amigos y compañeros de club, tras ganar por cuatro goles a dos al Olympiacos griego en el encuentro de Champions disputado en el Santiago Bernabéu. Míchel, como buen anfitrión, fue el primero en llegar a la fiesta, con semblante serio y colgado del brazo de su mujer, Malula Sanz, el jugador entró en la discoteca con paso ligero.
Tras ellos y luciendo una enorme sonrisa por la reciente victoria del Real Madrid llegó Lorenzo Sanz, ex presidente del club blanco y suegro del gran protagonista de la noche, del brazo de su esposa, María Luz Durán. Otros de los que no quisieron perderse esta celebración fueron el empresario Javier Hidalgo ; el jugador del Madrid, Balboa, acompañado de una joven muy guapa y el piloto de superbikes Fonsi Nieto, que acudió al cumpleaños de su amigo sin su mujer Ariadne Artiles.
Pero sin duda, el momento más álgido de la noche lo protagonizó la modelo y presentadora Mónica Hoyos, que luciendo su eterna sonrisa, llegó a la fiesta sola. Mónica no quiso hacer declaraciones de su vida privada, tan sólo afirmó: "La vida me va muy bien, fenomenal. Muchas gracias".
Y es que parece que la guapa modelo vuelve a estar enamorada, tras su ruptura con el presentador Carlos Lozano. El afortunado es Miguel Torres, un defensa de la cantera del Real Madrid, que con tan solo 21 añitos ya apunta maneras de estrella.
Mónica vivió un noviazgo de más de 6 años con Carlos al que conoció en 1999 en el mítico programa El Precio Justo, donde la modelo trabajaba como azafata. Su relación ha estado siempre llena de altibajos ya que han sido muchas las ocasiones en la que la pareja ha decidido darse un descanso para retomar la relación días después. Fruto de este noviazgo, Carlos y Mónica tiene una preciosa hija llamada Luna.
Tras la llegada de Mónica y cerrando el grupo de invitados llegó el futbolista Sergio Ramos acompañado por su novia Elisabeth Reyes y tres guapas amigas más en el mismo coche. Parece que la relación entre el jugador y la miss va viento en popa.