Tras la grave cogida que sufrió el pasado 29 de julio, Cayetano Rivera Ordoñez reapareció ayer ante los toros y los aficionados en la malagueña plaza de Antequera sin demasiada fortuna. A pesar de su destacada actuación, el diestro -que compartía cartel con Juan Serrano 'Finito de Córdoba' y Manuel Díaz 'El Cordobés'- resultó prendido al entrar a matar y acabó besando, de nuevo, la arena tras ser volteado por el astado. Tendido en el suelo, sólo los banderilleros lograron quitarle al toro de encima, que se cebó con él. Al levantarse, Cayetano señalaba, con mueca de dolor, a su hombro derecho.
Aún así, hasta que no remató su lidia, que realizó gran parte del tiempo descalzo, Cayetano no acudió a la enfermería, lugar desde donde fue trasladado, con serios síntomas de dolor, a un centro hospitalario para someterse a pruebas complementarias. Curro Vázquez, tío y apoderado del torero, comentó posteriormente que su sobrino tenía "un fuerte golpe en el hombro que le impide el movimiento y no podrá matar a su segundo. El toro le cogió y le hizo palanca en el suelo", en palabras de Vázquez a mundotoro.com. "Luxación del acromio clavicular, que se infiltra con corticoides, se inmoviliza mediante vendaje y se envía a centro hospitalario de Sevilla para estudio de RNA y radiografía. Pronóstico grave", rezaba, finalmente, el parte médico realizado en la enfermería de la plaza.
Un mes sin torear
A pesar de su intentos por regresar cuanto antes a las plazas después de que un toro le empitonara el muslo en la cogida más grave de su carrera, Cayetano Rivera ha permanecido prácticamente un mes sin vestirse de luces. Habrá que ver qué depara este último susto al hijo de Paquirri, quien, antes de salir a torear ayer en Antequera, tenía previsto hacer frente a cinco corridas en seis días. Tras la cogida de ayer, cabe la posibilidad, apuntada por los médicos, de que Cayetano pueda tener algún ligamento dañado, algo que podría poner en riesgo gran parte de las corridas firmadas para esta temporada.