Las vimos como empezaron compitiendo en los mismos concursos hípicos, sin embargo ahora, mientras Athina Onassis (que ya no Roussel) se toma cada día más en serio su gran pasión, Carlota Casiraghi prefiere ver los torneos hípicos desde el palco compartiendo risas y mimos con su novio, Félix.
Athina Onassis de Miranda ha viajado estos días al reino de Carlota para participar en el concurso Concurso Internacional de Saltos de Mónaco y con ella está su marido, Álvaro de Miranda. Carlota, alejada de las competiciones en las que tomaba parte cuando era una adolescente, no se ha perdido ninguno de los trofeos disputados cerca del puerto deportivo de Montecarlo, ha visitado las cuadras, charlado con los jinetes y no se ha perdido detalle de la participación de sus antiguos compañeros. Con ella estaban su madre, la princesa Carolina, y su inseparable novio, Félix.
Athina, por su parte, apenas se separa de su marido, el jinete olímpico brasileño Doda Miranda. Junto a él analiza las pruebas de obstáculos en las que va a competir. Doda, que igualmente compite en Mónaco, aconseja a su joven esposa, no en vano es uno de los mejores jinetes internacionales. Ni Doda ni Athina se han dejado, por el momento, cautivar por el ambiente del pequeño principado. Están completamente centrado en el torneo y no han encontrado ni un hueco para disfrutar de la Costa Azul. Vivianne, la hija que Doda tuvo en su relación con Sibele Dorsa, pasa con ellos el día en el hipódromo y quien sabe si se le contagiará la pasión por la hípica de su padre y Athina.