Las primeras imágenes de Rafael Medina y Karolina Kurkova juntos

Por hola.com

Él, duque de Feria; ella, reina de las pasarelas. Juntos encarnan el sueño de la belleza, el éxito, la elegancia y el glamour. De película, que es la versión actual de los cuentos. Karolina Kurkova y Rafael Medina: probablemente, una de las parejas más perfectas del mundo (parafraseando el anuncio de cerveza, que ya es bagaje).

Comienzan una relación con paso firme, el mismo que la top utiliza para castigar las pasarelas de medio mundo. O del mundo entero. Están en los albores de su relación, pero la cosa promete. Y en los albores del otoño nos encontramos aún hablando de las parejas del extinguido verano que, visto lo visto, aún siguen trayendo sorpresas, a cada cual más inesperada. Hay quien aún no podrá encajar la mandíbula con la noticia de esta última pareja que epata. Un "boom".

La historia se repite
Jóvenes, guapos y triunfadores: un lujo. Tanto es así que hay quien ya ha puesto la imaginación al máximo de revoluciones y ya los ve pasando por la vicaría. En ese caso, y fantaseando al límite, echamos la vista atrás y descubrimos que la historia se repite. O mejor dicho, se repetiría. Basta con recordar la de su madre, Naty Abascal cuando ejercía de la modelo española más internacional y se enamoró del anterior duque de Feria. Hoy, él es el duque; y Karolina, la diosa de la pasarela.

Su historia comenzó como casi todas las historias de amor: un encuentro, unas miradas, unas sonrisas, cierta química... Ahora, centran toda la atención informativa, algo que temen que pueda afectarles en su relación, por todo el revuelo que conlleva. Saben que han entrado en el ojo de un huracán mediático y por ello tratan de llevar su historia con toda la discreción posible. De hecho, sólo sus más íntimos han sido partícipes de ella.

Cuentan quienes bien lo saben que hablan cada tarde, que se encontrarán en los lugares del extranjero a los que Karolina tenga que viajar por motivos de trabajo, que la cosa va por muy buen camino y que están felices. Motivos no les faltan. No hay más que echar un vistazo a su "hoja de vida".