Joan Manuel, fotografiado en Menorca donde pasa unos días de descanso tras haber sufrido una angina de pecho
Joan Manuel Serrat, de cincuenta y siete años,y su esposa, Candela, a la salida del centro clínico de Barcelona donde el famoso cantante se sometió a una revisión antes de viajar a Mahón (Menorca) con su familia. «Sólo tengo que reposar un poco», comentó
Candela y su hija de quince años, que también se llama Candela, fotografiadas en Mahón tras haber realizado unas compras
13 JULIO 2001
Un aviso fue lo que recibió el cantautor catalán Joan Manuel Serrat la semana pasada, cuando acudió de urgencias al hospital Vall d’Hebrón, en Barcelona, por un dolor en el tórax que resultó ser una angina de pecho, tal y como informamos en el pasado número. Serrat tuvo que quedarse un par de días ingresado, con el consecuente susto, tanto para él como para su familia. Después de un exhaustivo examen médico que confirmó a base de pruebas el buen estado del sistema cardiovascular del cantante, Joan Manuel pudo trasladarse a su casa con la seria prescripción médica de hacer reposo por un tiempo.
En su domicilio, Serrat recibió los mimos y atenciones de su mujer, Candela, y sus tres hijos, que apenas se separaron de él en los días siguientes.
Después de permanecer prácticamente encerrado en casa durante cinco días, el cantante regresó al centro sanitario el pasado miércoles para recoger algunos resultados y visitarse con el doctor Jaume Figueras, jefe de cardiología, que ya le atendió en el momento de su ingreso. Relajado y sonriente por las buenas noticias recibidas, Serrat regresó de nuevo a su hogar, acompañado de su esposa, Candela, que le había acompañado en coche hasta el hospital.
—Joan Manuel, ¿cómo se encuentra?
—Bien, muy bien, gracias.
—Afortunadamente todo se quedó en un susto...
—Ha sido un susto.
—¿Hoy tenía revisión en el hospital?
—Sí, ha sido una visita que tengo que hacer rutinariamente, bueno, cada cierto tiempo.
—¿Le han hecho alguna prueba?
—Hay poca cosa que hacer. La mejor prueba que puedo hacer es irme a ver lo bonito que es cada día.
—¿Se asustó mucho en aquel momento?
—Lo que sabe peor es haber asustado a los amigos.
—Estuvieron aquí visitándole Ana Belén y Víctor Manuel, son buenos amigos...
—Sí, tengo suerte, tengo muy buenos amigos.
—¿Cúal ha sido el consejo del médico, que haga reposo?
—El médico es muy generoso, me trata muy bien. Sólo hay que reposar un poco.
—¿Sabe cuándo podrá volver a los escenarios?
—No tengo ni idea.
Días después Serrat se trasladó a la isla de Menorca para continuar con
el período de reposo prescrito por los médicos que le atendieron. Joan Manuel, acompañado por su hija Candela, de quince años, llegó a la isla en barco y salió del mismo conduciendo su propio vehículo. Nada más desembarcar en el puerto de Mahón, le esperaba su esposa, Candela, quien días antes se había trasladado a la isla mediterránea para poner a punto su hogar. La familia es una habitual de este lugar en las Baleares, donde, desde hace veinte años, suelen pasar los períodos estivales.