La historia de Helen Swedin bien podría parecer un cuento de hadas, pero es una realidad. La joven, de 26, años que ha conquistado el corazón de uno de los deportistas más destacados de los últimos años y se ha casado con él tras cinco años de relación, nació en Suecia y desde muy joven se dedica al mundo de la moda.
Conquistada por el Mediterráneo
Con tan sólo 16 años ya paseaba su belleza nórdica por las pasarelas y apenas cumplidos los 21 abandonó su país natal en busca del calor y del sol del Mediterráneo –vino a España para realizar un trabajo con la agencia Elite y se quedó-. Barcelona fue la ciudad elegida y su destino quiso que un día se cruzase en su camino la entonces estrella del Fútbol Club Barcelona, y hoy del Real Madrid, Luis Figo: “Ciertamente me encanta el sol y me gusta esta ciudad. Creo que mi alma es ya muy mediterránea aunque, lógicamente, sigo adorando mi tierra. Lo que sucede es que el sol te llena de luz y de alegría también por dentro. Y es también muy necesario para cargar tus baterías internas”, declaraba la modelo hace poco más de un año.
Se conocieron en un concierto de flamenco
El mundo de la moda y del deporte cruzaron sus miradas, una de un azul intenso y la otra de marcados rasgos mediterráneos, en un concierto de flamenco, hace ahora un lustro. Quizá el amor les embrujó al ritmo de bulerías, tangos o fandangos, eso sí, lo que es seguro es que les trajo muchas alegrías, y una felicidad que se vio colmada con el nacimiento, en 1999, de su hija Daniela. Recelosos de su intimidad, hasta hace poco tiempo parecía que el matrimonio no entraba en sus planes más inmediatos, aunque la boda de ensueño que han protagonizado en el Algarve portugues demuestra lo contrario,: “No me gusta hablar de nuestra relación. Por lo tanto me gustaría dejar este asunto con los datos clave: tenemos una relación de cuatro años, estamos muy bien así y tenemos una hija que lleva nuestros apellidos”, decía Helen Swedin en una entrevista concedida a ¡HOLA! en junio del año 2000.
Realista y segura de sí misma
Helen es una mujer que sabe muy bien lo que quiere; aunque se deja embargar por el carácter latino, se siente “muy sueca”, como ella mismo ha declarado, quizá por eso tiene el corazón repartido en lo que se refiere a la profesión de su marido: “Me gusta que gane el equipo de Luis y, a la vez, no me gustaría que perdiera un equipo sueco. Lo mejor sería que no tuvieran que enfrentarse. Y de tener que hacerlo, tal vez sería mejor que empataran. Realista por naturaleza no le gusta perder el tiempo en imaginar cosas imposibles, quizá esto sea debido a ese pragmatismo que a veces poseen los nórdicos y que le permite mantener los pies en la tierra.
Perfecta esposa, madre y trabajadora
Es también una mujer de su tiempo, una joven que trabaja en un mundo complicado con una profesión en la que hay que viajar mucho. Por eso intenta que su vida personal y su trabajo estén en perfecta sintonía.: “La niña me limita un poco las cosas –sobre todo a la hora de viajar, pero sigo como modelo. Y se me plantea el mismo problema que a toda madre que trabaja. La solución está en encontrar un punto medio, un equilibrio”.
Se confiesa buena ama de casa, le encanta cocinar y la restauración, afición a la que ha sabido sacarle partido como empresaria de un restaurante de comida japonesa, el Kin Sushi Bar, que abrió con una amiga el año pasado en la zona del Example, aunque parece que ha vendido su participación al trasladarse a Madrid.
Hoy, Helen es feliz esposa, modelo, empresaria y orgullosa madre que mira al futuro con el corazón lleno de la luz que le conquistó un día de hace cinco años: “Creo que lo mejor que he hecho en la vida ha sido tener a mi hija”.