24 ABRIL 2001
Montserrat Martí y su madre, Montserrat Caballé, debían cantar a dúo el pasado sábado en el concierto programado por Médicos Sin Fronteras en Roma. Pero ese día, la joven artista, ahora fuera de peligro, se encontraba en la clínica Teknon de Barcelona recuperándose de una grave hemorragia.
Montserrat Martí ingresó el pasado martes en el centro hospitalario, donde le fue extirpado un quiste ovárico benigno. La intervención, que se llevó a cabo con una técnica endoscópica, se resolvió en treinta minutos. Sin embargo, algunas horas después, la soprano comenzó a sentirse mal. Los médicos detectaron, entonces, un bulto en el estómago que, según se supo posteriormente, fue debido a la perforación de una vena durante la operación.
Ingresada nuevamente en quirófano, donde permaneció más de cuatro horas, Montserrat Martí recibió una transfusión de cinco litros de sangre y, posteriormente, fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos, que ya ha abandonado. Las transfusiones se repitieron hasta el sábado pasado: “Ahora ya estamos más animados, pero lo hemos pasado fatal”, declaró Montserrat Caballé una vez que su hija se hallaba fuera de peligro. La artista y su marido, Bernabé Martí, no se han separado de la joven ni un instante. Aunque se espera que la paciente pueda recibir el alta médica en estos días, deberá guardar reposo durante varias semanas por lo que se ha visto obligada a anular su agenda llena de compromisos profesionales.
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