Tan real como la vida misma. Eso podrían decir los fervientes seguidores de las aventuras del inigualable y siempre atractivo agente 007. El actor británico Roger Moore ha hecho realidad lo que es ficción en la gran pantalla y, casi emulando al mítico James Bond, ha salido ileso de un aparatoso accidente de tráfico. El artista, de 73 años, y su compañera sentimental, Christina Tholstrup, conducían desde el aeropuerto de Gotenburgo, al suroeste de Suecia, hacia las instalaciones de una cadena de televisión para participar en uno de sus programas.
Según ha informado el diario sueco Aftonbladet, un vehículo chocó contra el coche en el que viajaban el mítico James Bond y su novia. A pesar del aparatoso accidente, la pareja no sufrió daño físico gracias a que los air bags se activaron en el momento preciso del impacto. El actor se quejó de dolor de costillas pero se negó a faltar a su cita televisiva y, con su abrigo color beige de cachemire casi impoluto, continuó su camino. Eso sí, al finalizar su intervención en la pequeña pantalla tuvo que ser atendido de la rotura de tres costillas.