Vivir en una vivienda justa de tamaño, incluso pequeña, no quiere decir que tenga que ser una casa abigarrada, en la que unas cosas estén unas encima de otras y dé aún más sensación de estrechez. Habitar una casa con pocos metros cuadrados, si está todo bien organizado, puede suponer vivir en un cálido y acogedor hogar, en el que la decoración y el diseño tengan su espacio, mucho espacio.
La joven pareja que adquirió este ático situado en Barcelona lo tenía claro. Y por eso fueron las premisas que impusieron al estudio de decoración al que encargaron la decoración del mismo, Cm2 Disseny. Las interioristas Clara Lleal y Cristina Caballero se enfrentaron a una vivienda típica de los años 60, con elementos característicos de la época como pavimento de terrazo, paredes estucadas, pasillo largo y estrecho y azulejos en tonos pastel. Para conseguir eso que les habían pedido los dueños —un espacio limpio y ordenado a la vista—, se derribaron todos los tabiques para la nueva distribución.
En cuanto a la estética de la vivienda, se ha trabajado desde un punto de vista monocromático a fin de remarcar el carácter austero, sobrio y elegante del interior. Los materiales utilizados siguen esa misma premisa. Se apostó por el mármol de Carrara en pavimento, papel de seda natural en paredes, y lacados negro brillante y blanco para el mobiliario.
De hecho, el mármol de Carrara fue un punto de partida clave. Era una de las exigencias del propietario. Esa elección marcó la gama de colores. Así que Clara y Cristina se inclinaron por el negro brillante, los grises, el blanco y la madera con veta para los acabados base que se van repitiendo a lo largo del conjunto del proyecto.
Al entrar a la vivienda nos encontramos con un recibidor concebido como un cubo limpio. En las paredes se diseñó un mural exclusivo creado por el artista de Wall Art Aurelio Cachafeiro, que utiliza dos tonos grises de fondo para dar profundidad. Por encima se aplicaron unas franjas de pan de oro que dan movilidad a todo el diseño.
En la cocina, de nuevo el mármol marcó el resto de la decoración. Para combinarlo, se escogió el aluminio como material de mobiliario para aportar luminosidad. Y granito negro de la India para la encimera. Todo de la casa Bulthaup. En la zona para comer se optó por la madera natural para contrastar el frío del mármol y el aluminio del mobiliario. La mesa de madera de fresno está acompañada por cuatro sillas, el modelo CH24 del Carl Hansen. La lámpara de suspensión es el modelo 'Link de Luzifer Lamps'.
El salón es muy luminoso por los dos grandes balcones que dan a dos sendas terrazas. En primer término hay un mueble contenedor a medida con puertas lacadas negro brillante. Del mismo mueble sale la mesa comedor de madera de abeto envejecida. Esta zona está presidida por una gran lámpara de suspensión de la firma , Dab, el modelo 'Tree Series'.
Son sorprendentes las paredes del salón, que se revistieron de papel de seda natural color gris de Vescom para darle calidez y contrarrestar la frialdad del mármol.
También se optó por el papel de seda para recubrir las paredes del dormitorio principal. En este caso, de color marrón. Esa es la gama de tonos elegida para toda esta zona, para aportar calidez. El pavimento es de fresno de un tono muy oscuro; y el mobiliario fue diseñado a medida con lacados negro brillante y blanco.
Las dos terrazas fueron concebidas para dos funciones diferentes. La primera, como un balcón exterior a la ciudad de Barcelona y al mar. Fue pensada para funcionar como zona chill out, con sofás, plantas y luces indirectas… La otra terraza fue ideada para disfrutar de la comida en el exterior. Se instaló una barbacoa a gas y armarios de lamas de madera. Se ubicó una mesa central con sobre de cristal.
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www.cm2disseny.com