Las aceitunas, además de un ingrediente inseparable de nuestra cultura y nuestro 'oro líquido', el aceite de oliva, son una fuente de nutrientes naturales, con gran cantidad de ácidos grasos monoinsaturados, un aporte interesante en fibra y polifenoles antioxidantes, que nos ayudan a combatir el colesterol. Cuando se ponen negras, concentran una importante cantidad de hierro. Pero, sobre todo, hay variedades que son uno de los aperitivos más populares de casi todos los países del Mediterráneo y en España uno de los más comunes.
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Algunas resultan más ricas cuando las aderezamos y les aportamos diferentes toques de aroma y de sabor. Las hay machacadas, en salmuera e incluso desecadas y es posible elegir entre un gran número de variedades de ellas que quedan especialmente ricas con algunos aliños (la Gordal, la Manzanilla, la Hojiblanca, etc).
¿Qué ingredientes se usan para aliñar aceitunas?
El aceite de oliva es uno de los principales ingredientes para preparar aliños de aceitunas, ya que nos sirve como elemento integrador del resto de elementos. Luego están las hierbas aromáticas, las especias y también otros condimentos como pueden ser el vinagre, el vino blanco o el vermú, la cáscara y el zumo del limón y de la naranja, algunas salsas, etc.
Y para hacer aún que sean un plato más completo les podemos agregar frutos secos, queso, otros encurtidos o algunos vegetales tanto frescos como cocinados (ajo, cebolla, pimiento, tomate seco...).
Algunas recetas para aliñar aceitunas
Hay infinidad de combinaciones: desde las más sencillas -por ejemplo con ajo, aceite y pimentón- hasta las más complejas por su combinación de ingredientes. Aquí tienes 4 aliños para tus aceitunas.
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Con orégano y limón
Sencillo y resultón, este aliño es un 'todoterreno' para dar un toque diferente a unas aceitunas con ingredientes que, seguramente, tengas en la despensa y en la nevera. Tan solo llevan zumo de limón, un poco de la ralladura de su propia cáscara, aceite de oliva virgen extra, orégano y laurel. Una bien vez bien mezclado, dejar reposar las aceitunas durante varias horas en la nevera y retirar el laurel antes de servirlas.
Tomate seco y almendra tostada
Aquí encontramos una mezcla de sabor y textura que combinan a la perfección con unas aceitunas frescas. Lo primero es tostar las almendras en el horno (180-200°C) o en la sartén durante unos minutos, removiéndolas para que queden tostadas de manera uniforme. Se reservan para que enfríen. Mientras, cortar el tomate seco en pequeños trozos, mezclarlo con las aceitunas, añadir aceite de oliva virgen extra y un poquito de pimienta y mover bien. Finalmente, incorporar las almendras para aportarle una textura crocante y un sabor tostado.
Romero, guindilla y ajo
Para los amantes del picante, este aliño podría convertirse en un imprescindible. Lleva ramitas de romero fresco, guindilla en trocitos -más o menos grandes al gusto- y ajo bien picado. Los dos últimos aportarán potencia mientras que el romero añade un toque de frescura natural. Al final se echa un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y se mezcla bien para que todo se impregne. Lo puedes comer en el momento o dejar reposar un rato en la nevera y retirar la guindilla antes de servir.
Naranja, salvia y chile
Cítrico, fresco y también con un toque picante, así es este aliño. Hay que mezclar las aceitunas con el zumo de media naranja y añadirle ralladura de cáscara de naranja. Después, incorporar hojas de salvia fresca, chile picado al gusto y aceite de oliva virgen extra, mezclar y servir.