La bodega Cepa 21, ubicada en la localidad vallisoletana de Castrillo de Duero, fue el escenario el pasado sábado de una recogida de uva muy especial. Y es que la 'Fundación Moro' organizó una vendimia solidaria en la que participaron diversas caras conocidas: Imanol Arias y Luján Argüelles (ambos patronos de la Fundación), acompañados por Gonzalo Miró y el torero Miguel Ángel Perera, quienes no quisieron perderse esta cita para mostrar así su implicación en elaboración de un vino benéfico (‘Clon de Familia’), cuya primera cosecha será presentada en pocas semanas. Así, el dinero recaudado con la venta de estas botellas irá destinado a dos proyectos solidarios, uno en Nicaragua y otro en Perú.
Y como de uvas va la cosa, hemos querido aprovechar la ocasión de la celebración de esta vendimia solidaria para proponerte algunos trucos y consejos muy prácticos relacionados con el consumo del vino para que saques el máximo partido a tus botellas:
- La elección del vino es una tarea que debe tomarse con seriedad (una mala elección puede ‘arruinar’ la más deliciosa receta a la que acompaña). Por eso, ante la duda, nada como acudir a tiendas especializadas y dejarnos asesorar por su personal experto.
- Una vez comprado, lo ideal es no guardarlo en casa durante mucho tiempo. Por lo general, en casa no se suelen tener sitios adecuados para almacenar el vino. Despensas, botelleros o muebles de cocina no guardan las condiciones necesarias para que el vino mantenga sus propiedades. Una solución es hacer que el vino rote. No acumularlo y beberlo.
- Llegado el momento de abrir las botellas, hay que prestar atención al corcho, pues desempeña un papel fundamental. Nos muestra las características del vino y a qué tipo de conservación se ha sometido. Si al abrirlo, el corcho huele a vino, se prevé una buena degustación; en cambio, si está muy seco es señal de que el vino está demasiado oxigenado.
- A la hora de servir, el vino siempre en copa. La opción de elegir una copa para beber un buen vino no responde a un capricho. La razón es que en una copa se puede apreciar mejor toda la plenitud que el vino nos brinda. Por lo general, debemos escoger una copa que permita apreciar abiertamente el color, el olor y el sabor. El tamaño debe ser generoso y su boca espaciosa, para que el vino se pueda airear. Se aconseja que sean incoloras, ya que de lo contrario no disfrutaríamos de sus distintas tonalidades. En cuanto al grosor, es mejor que éste sea reducido, de esta forma la personalidad del vino quedará resaltada.
- Respecto a los maridajes, no hay reglas fijas. De hecho, innovar en este sentido resulta de lo más estimulante. No obstante, si andas perdido hay algunas pautas con las que es difícil equivocarse: para los entrantes (jamón, gambas, canapés variados...), así como para los pescados y mariscos son apropiados los vinos blancos, espumosos y manzanillas. Las carnes de ave funcionan muy bien con vinos ligeros y aromáticos, mientras que las carnes rojas suelen ir mejor con tintos elegantes y con estructura. Los postres, especialmente si contienen chocolate, podrán ir bien con vinos dulces tipo Pedro Ximénez, aunque hay otras opciones.
- Si la botella que has abierto no se termina, es aconsejable guardarla durante pocos días, pues el vino una vez abierto no tiene mucha vida. Lo ideal es ponerle el corcho y guardarlo en un lugar libre de olores fuertes, que sea fresco y oscuro y que el aire no sea ni demasiado húmedo ni seco. A una temperatura, a ser posible de entre 10 y 14 grados. Además de estos requisitos, también es recomendable utilizar una bomba de vacío, que extrae el aire de la botella, prolongando un poco más la vida del vino.