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Empezaron su relación hace cinco años, y ha sido un largo noviazgo de idas y venidas que tanto José Coronado como su novia, Elena González de Prado, han intentado mantener alejado de los medios, y que pareció llegar a su punto final el pasado verano. Sin embargo, más que un adiós parece que aquello no fue más que un "hasta luego", ya que la pareja fue fotografiada en octubre demostrando que estaban de nuevo juntos y felices.
Ahora, el protagonista de El Príncipe ha empezado sus más que merecidas vacaciones de verano y lo ha hecho, como no podía ser de otra forma, acompañado de su chica. Ibiza ha sido el destino elegido por la pareja que, al igual que un sinfín de rostros conocidos, han caído rendidos a los encantos de la isla Pitiusa, sus aguas cristalinas y sus paisajes de ensueño.
Baños en el mar, paseos por la orilla de la playa, tomando el sol en las tumbonas... José y Elena se mostraron de lo más cómplices, sin embargo, no estaban solos, ya que en esta ocasión les acompañaba Candela, la hija que el actor tuvo fruto de su relación con Mónica Molina hace ya 13 años.
La periodista llegó a la vida de Coronado en el año 2010 después de que pusiera punto y final a su romance con la actriz, que comenzó en 2001 y que terminaría meses después del nacimiento de su hija después de muchas idas y venidas. Elena le ha devuelto la estabilidad sentimental que necesitaba y, a pesar de llevarse más de 20 años de diferencia, parece que lo suyo sigue viento en popa y están muy felices.
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