Con el mono de piloto en perfecto estado, gorras para protegerse del sol y barba de varios días, Keanu Reeves y Adrien Brody se confunden fácilmente con un piloto de rally. Hay que mirar una segunda vez para reconocer bajo ese atuendo a dos de las estrellas más atractivas de la gran pantalla que, por una causa benéfica, se subieron a un coche de carreras. Ambos participaron en los ensayos del gran premio anual Toyota, una carrera de diez vueltas por un circuito que recorre las calles de Long Beach, en California.
Cuando Keanu Reeves explicó por qué había decidido participar en este reto, se mostró rotundo. "¿Bromeas? El tiempo es genial, estamos en coches, acelerando por la carretera, sin mirar los semáforos. Está bien, es divertido". El intérprete tuvo además palabras de afecto para los organizadores, con los que ha estado trabajando durante las semanas que han durado los ensayos. "Hay gente muy buena aquí. Se preocupan de nosotros durante el entrenamiento, para que estemos cómodos en el coche y el circuito. Sólo tenemos que prestar atención y aprender a ir más rápido" explicó.
El oscarizado Adrien Brody también se ha sumado a la ayuda, destinada a los hospitales locales. Y es que el actor ha demostrado así su vena más solidaria, inquietud que comparte con su novia Elsa Pataky, quien ha protagonizado un calendario cuyos beneficios se dedicarán a la lucha contra el cáncer de mama.