Después de la difusión de sus polémicas declaraciones en el New York Times, Javier Bardem ha salido al paso de las críticas y ha asegurado que se debió todo a un "problema de comunicación lingüística" con la entrevistadora. Mediante un comunicado, el actor ha desmentido las duras palabras que dedicó a los españoles y que tantas ampollas han levantado en la opinión pública de nuestro país. En el documento la periodista que firma la entrevista, Lynn Hirschberg, asegura que Javier nunca pretendió hablar mal de sus paisanos. "Me gustaría dejar claro que Javier nunca intentó insultar a los españoles. Hablaba de un pequeño grupo de gente de su país que le atacan constantemente a él y a su carrera. Por el contrario, Javier mostró en la entrevista mucho respeto y agradecimiento a los españoles y está profundamente orgulloso de ser uno de ellos".
Asegura la reportera que él "nunca sería irrespetuoso con la gente de España, que le ha apoyado en su carrera". Añade que "está orgulloso de su país y su gente", que todo el malentendido se debió, según indica, a un "problema lingüístico" y que él siente que debido a ello "la gente piense lo contrario". Recuerda además que cuando recogió el Oscar al Mejor actor secundario por su papel en No es país para viejos, uno de los momentos más importantes de su carrera, se lo dedicó a su país España.
El actor añade a estas declaraciones de la periodista: "Ruego a todos esos medios de comunicación que han puesto tanto interes en criticarme duramente por mis malinterpretadas declaraciones pongan el mismo empeño en desmentirlas publicando el comunicado que se envió ayer con urgencia de la periodista Lynn Hirschberg cuyo objetivo es aclararlo definitivamente. Este comunicado se envió a todos estos medios, pero ninguno lo publicó y no hicieron eco de su objetiva y rotunda importancia en este asunto".
En vísperas del estreno de una de las cintas más esperadas del año, Vicky Cristina Barcelona dirigida por Woody Allen, las palabras del actor causaron un enorme revuelo. Entre sus frases se destacaron algunas como: "Los españoles son duros. Ellos critican mi trabajo y dicen que soy un vendido. Te dan ganas de decirles: ¡Parad, sois unos estúpidos!" o "Nunca vas a gustar a todo el mundo. Después de los Oscar, volví a Madrid y me encontré de nuevo con el mundo real". Javier Bardem decidió tomarse un año sabático después del rodaje de la película de Woody Allen, que ya es la undécima cinta más taquillera del momento en Estados Unidos, con más de 10 millones de recaudación. A España llegará el 19 de septiembre.