Cuando faltan menos de dos meses para su anunciada boda del próximo día 7 de julio, Eva Longoria llegó en un viaje relámpago a París para supervisar algunos detalles del enlace. En esta ocasión, la actriz viajó acompañada de su futura suegra, Pamela Firestone.
A la mañana siguiente de su llegada a la capital del Sena, Eva acudió, acompañada de dos amigas, a la iglesia de San Germain LAuxerrois, más conocida como la "Parroquia de los reyes" por sus numerosas referencias históricas y su localización cercana al Louvre. Allí, la estrella de Mujeres desesperadas se entrevistó con el párroco que, previsiblemente, sería uno de los oficiantes de su enlace. Su "escapada" parisina le dejó tiempo para visitar algunas de las mejores boutiques de la ciudad, Yves Saint Laurent y Christian Lacroix entre otras, antes de salir a cenar con el hermano pequeño de Tony Parker y su futura suegra, Pamela Firestone. Según algunos testigos presenciales, el ambiente entre Longoria y Pamela era "muy familiar".
En un partido de baloncesto de su cuñado
Aunque este parece ser el segundo viaje de la actriz a París para ultimar los detalles de su boda, Eva también tuvo tiempo para el trabajo y la familia. El miércoles posó como modelo para una sesión fotográfica de la firma LOreal antes de acudir al estadio Pierre Coubertain. Eva asistió a un partido de la fase final del campeonato francés de baloncesto, donde jugaba el hermano de su novio, TJ Parker.
Al día siguiente la estrella debía volver a Los Ángeles para continuar con sus múltiples compromisos profesionales. Sólo ella y sus más íntimos amigos, amén de su suegra, conocen ya los detalles de su próxima boda. De hecho, en esta ocasión la bella actriz visitó una iglesia como ya hiciera en su anterior viaje en enero. En aquella ocasión, y también acompañada por la madre de Tony, Eva visitó algunos posibles escenarios para su esperado enlace.