Por desgracia, no siempre ha tenido una vida fácil. Sin embargo, la estadounidense Tara Lynn ha hecho de la adversidad su fuerza para triunfar. Era una guapa adolescente, pero de medida socialmente calificada como 'XL', que había vivido acomplejada por ser una "niña grande". El golpe definitivo para hundirla llegó cuando trabajó como 'au pair' en Francia. La niña que cuidaba le confesó que sus amigas la llamaban "gorda", aunque matizó que "de cualquier modo ella la quería".
Aceptación de su cuerpo
Lloró y decidió cambiar su armónica figura para perder peso, algo que logró, pero lejos de hacerla feliz, la hundió más al ir contracorriente de lo que su cuerpo necesitaba. Si ella no tenía que pesar 30 kilos menos –los que llegó a perder-, ¿por qué sufrir? Decidió aceptarse tal y como era y consiguió no sólo su felicidad sino el éxito profesional. Pues ha sido su figura proporcionada, con curvas y con personalidad lo que le ha catapultado a la fama dentro del mundo de la moda.
Modelo 'plus-size'
Ella es una de las modelos 'plus-size' –como se definen y se catalogan en la industria de las pasarelas- que más fama internacional tiene. Ocupar las portadas de revistas como Vogue o Elle, ha sido suficiente para que su rostro –¡quién tuviera esos labios!- sea habitual también de campañas publicitarias de firmas como H&M. Por otro lado, grandes almacenes como Bloomingdale’s o El Corte Inglés también han contado con ella para alguna de sus divisiones textiles. De hecho, para el gigante español desfiló en febrero de 2015, concretamente, en su pasarela de la firma Couchel, aunque son muchas las firmas que han apostado por ella y por sus curvas para lucir sus prendas.
Pero Tara es mucho más que una modelo de tallas grandes, es licenciada en Lingüística (habla francés y español) y su pasión por la música clásica le llevó a formarse como cantante, aunque tan solo canta en su tiempo libre y para grupos muy reducidos de gente.
Madre de dos hijos
Pero aquí no queda todo, Tara Lynn alcanzó uno de sus mejores momentos a finales de octubre de 2015 cuando a su triunfo profesional, se unió un nuevo 'exitazo' personal: la maternidad. La modelo dio a luz un niño, Finlay, fruto de su relación con su novio, Aaron Bell. Y en 2018 la pareja le dio la bienvenida a su segundo hijo, otro niño a quien han bautizado como Rupert.