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ortega cano© Gtresonline

José Ortega Cano

Tiene más de 32 cornadas en el cuerpo, sin embargo, las que más dolor le han producido han sido los embistes de la vida: la pérdida de su gran amor , Rocío Jurado, y el fatal accidente de tráfico que le llevó a prisión. Con una carrera jalonada de éxitos, decían de él que su toreo era jondo y llegó a disputarse el pódium del toreo con figuras tan grandes como José María Manzanares, Espartaco o Julio Robles


Actualizado 27 de febrero de 2024 - 13:20 CET
70 años
Cartagena, España

José Ortega Cano nació en Cartagena aunque vivió, desde niño, en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes. Antes de cumplir los veinte años hizo su debut en la antigua plaza de Vistalegre, con Frederic Pascal y Juan Lucas. La alternativa llegó en 1974, en Zaragoza, con José María Manzanares de padrino. La confirmación tardó cuatro años en llegar, con Antonio Rojas y Lorenzo Manuel Villalta.

Pasión taurina vs cornadas

A partir de ahí, José Ortega Cano sufrió un calvario de cornadas espectaculares, como la acontecida en plena feria de San Isidro, en 1979. Cinco años más tarde, el diestro recibe un grave puntazo en el pecho en la plaza de Las Ventas. Pero la pasión por el mundo del toro es irrefrenable y, cómo no, le aporta un buen cúmulo de satisfacciones. Una temporada especialmente feliz y plena fue la de 1986. Vive por partida doble el reconocimiento de salir por la Puerta Grande de la plaza de Las Ventas.

Por fin, tras más de una década como profesional, Ortega Cano comenzó a ascender puestos en el escalafón, hasta llegar a alcanzar una de las primeras posiciones. Los críticos valoran su forma sobria y concienzuda de enfrentarse al toro. El diestro regala a los aficionados tardes de gloria junto a César Rincón y Julio Robles.

Su boda con Rocío Jurado

Si a fuerza de tesón e intenso trabajo la faceta profesional parecía llenarle de satisfacción, 1995, más concretamente el 17 de febrero de ese año, supuso un momento único para Ortega Cano: el matador se casaba con una de las voces más prodigiosas de España, Rocío Jurado. 

Lo suyo fue un auténtico flechazo, que surgió en la consulta de un prestigioso médico, el doctor Mariscal, y como aseguró la propia Rocío, Ortega Cano la miró "como nadie la había mirado nunca". La pareja se dio el 'sí, quiero' el 17 de febrero de 1995 en un simbólico escenario: la finca Yerbabuena. Al enlace acudieron más de 1.500 invitados y aunque la celebración fue en Yerbabuena, la ceremonia religiosa tomó como escenario la ermita de la Santísima Trinidad, construida expresamente para la boda y ubicada en una leve loma del cortijo. Se casaron muy enamorados y así permanecieron, a pesar de las adversidades con las que hubieron de enfrentarse, durante años.

Adoptan a dos niños

En 1998, José Ortega Cano decidió decir adiós a los cosos. No aguantó mucho el matador lejos de las plazas, tan sólo dos temporadas. Durante este tiempo de relativo sosiego, Ortega Cano se dedicó, exceptuando alguna feria ocasional, a sus hijos adoptivos: José Fernando y Gloria Camila, dos niños colombianos huérfanos de padre y madre a los que el diestro y la tonadillera adoptaron en 1999.

Sin olvidar lo que fue y con ganas de volver a sentir la adrenalina de ponerse delante de un toro, el Cartagenero volvería para 'despedirse' a lo grande de los ruedos españoles enfrentándose en solitario a seis toros en el Palacio de Vistalegre, la misma plaza, esta vez renovada, que le vio convertirse en matador. El 8 de diciembre se despediría del público mexicano y reaparecería, de nuevo en el 2005, pero esta vez fugazmente y sufriendo una cornada en la madrileña plaza de Getafe donde acabaría cortando dos orejas.

La enfermedad de Rocío Jurado

Pero la vida quiso que José Ortega Cano recibiera la cornada más fuerte de su vida fuera de la plaza. A su mujer, la gran Rocío Jurado la diagnosticaron en 2004 un cáncer de páncreas y las plazas quedaron en un segundo plano para Ortega, que se dedicó por entero al cuidado de la chipionera. El diestro no se separó de su esposa ni un solo segundo y viajó junto a ella a Houston, donde recibió durante unos meses tratamiento. Dos años después del diagnóstico, la voz de ‘la más grande’ se apagó para siempre y el 1 de junio de 2006, Ortega perdió a la mujer de su vida.

El torero nunca volvería a ser el mismo, y con el continúo recuerdo de Rocío en la memoria, José se entregaría por completo a la educación y cuidados de sus dos hijos en común, tal y como hubiera querido que lo hiciera Rocío.

Su accidente de tráfico

Pero si no fueron suficientes las cogidas en los ruedos ni las cornadas de la vida, a Ortega la vida le depararía una más, la más fuerte desde la muerte de Rocío, un grave accidente de tráfico. El 29 de mayo de 2011 José colisionaría frontalmente contra otro vehículo cuyo único conductor fallecería en el acto en kilómetro 28 de la carretera A-8002 en la provincia de Sevilla.

Condenado a prisión

Ortega fue condenado a dos años, seis meses y un día de prisión por un delito de homicidio imprudente y conducción temeraria. Además tuvo que pagar una indemnización de 158.000 euros a la familia del fallecido y le fue retirado el carnet de conducir durante tres años. Tras un año y un mes en la cárcel le concedieron el tercer grado.

Su segundo matrimonio con Ana María Aldón

A pesar de lo duro que fue para el diestro todo lo sucedido, había un pequeño rayo de luz que iluminaba su camino, se trataba de Ana María Aldón, una gaditana, 24 años más joven que él. a la que había conocido en 2012. Juntos se convirtieron en padres de un niño llamado José María el 9 de febrero de 2013 y el 27 de septiembre de 2018 decidieron formalizar su relación contrayendo matrimonio en una emotiva ceremonia llevada a cabo en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), tierra natal de la novia.

Sin embargo, tras de diez años de relación, cuatro de matrimonio y un hijo en común, el torero y la vendedora que se reconvirtió en diseñadora decidieron poner punto final a su matrimonio debido, en parte, al desgaste de su relación.

El diestro se refugió así en sus tres hijos y también en su trabajo, pues desde el 30 de marzo de 2022, es vocal del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, órgano dependiente de la Consejería de Presidencia encargado de la promoción, asesoramiento y colaboración con las administraciones públicas madrileñas en temas taurinos, así como de la explotación de la plaza de toros de Las Ventas.

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