Ser piloto de Fórmula 1 no es tarea fácil. Estar cada semana en un país diferente, la tensión de la carrera, la competitividad entre las escuderías y el propio reto personal son cosas que hacen tener un ritmo de vida frenético. Este piloto nació en la localidad italiana de Pescara hace 31 años, y debe su nombre a un campeón de motociclismo, el finlandés Jarno Saarinen. Así, de algún modo, lleva las carreras en la sangre desde que nació. Su padre, Enzo, tenía una fábrica de karts y crió a su joven promesa entre ruidos de motores y circuitos. A pesar de ello, su progenitor no quería que se dedicase a los coches ni a correr; prueba de ello es que le intentó aficionar a otros deportes más baratos, pero Jarno terminó por hacer realidad su sueño de llegar a ser campeón en su modalidad, formando parte en la actualidad de la marca Toyota, tras una intensa temporada en Renault.
Sencillo y muy familiar, suele mantenerse alejado de todo lo que represente el glamouroso mundo de los yates, las fiestas privadas y la ostentación. Sus aficiones son estar cerca de sus seres queridos y vigilar sus viñedos, a los que se dedica con especial cuidado. Su bodega, Podere Castorani, está situada en una próspera finca de la región de Montepulciano de Abruzzo (Italia), donde Trulli ya posee 30 hectáreas en la actualidad y en la que también elabora aceite de alta calidad. Sus vinos, "Trebbiano d"Abruzzo" o "Malvasia" son los que hacen a esta firma ser conocida internacionalmente, no sin el apoyo de la imagen del piloto. Este, aprovecha sus viajes fuera de Italia para promocionar su vino del año, vino de crianza blanco, tinto y un "rosso" reserva envejecido. Todos están siempre supervisados por él y, al acabar su jornada, acude al mismo restaurante de siempre para degustar todos los platos en compañía de su dueña.
El éxito de su marca de vino reside en la pasión y la constancia que pone en cada proyecto, por eso ha logrado estar en los primeros puestos de la clasificación general de la Fórmula 1, siempre por detrás de Fernando Alonso, compañero de Renault hasta que cambió de escudería. A pesar de ser rivales, ambos pilotos han llegado a ser buenos amigos, hasta el punto de que Trulli ha propuesto al joven español formar parte de sus negocios en los viñedos. ¿Se animará Alonso a entrar en el negocio del vino?