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Carmen Martínez Bordiú© Gtresonline

Carmen Martínez Bordiú

De su abuela aprendió a no hablar nunca mal de la gente. De las trampas de la vida aprendió a afrontar el dolor con un toque de inconformismo que le ayudó a levantarse y seguir caminando optimista allá donde el destino le depara. Las crónicas de la época decían que la infancia y juventud de eran dignas de un cuento de hadas. Pero ella no se durmió en castillos de algodón. Quiso vivir con un aire bohemio que aún hoy conserva


Actualizado 25 de abril de 2024 - 15:15 CEST
73 años
Madrid, España
Horóscopo : piscis

María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco, más conocida simplemente por Carmen Martínez-Bordiú, ha sido protagonista de una intensa vida de película, casi desde que vino al mundo, un 26 de febrero de 1951, en el madrileño palacio de El Pardo, donde también fue bautizada y recibió la Primera Comunión.

¿Que parentesco tiene Carmen Martínez- Bordiú con Francisco Franco?

Perfeccionista, curiosa e incansable viajera, en su vida ha habido muchas luces, pero también sombras. Nieta de Francisco Franco y primogénita de Cristóbal Martínez-Bordiú, X marqués de Villaverde, y de Carmen Franco Polo, duquesa de Franco, de ella se ha hablado mucho para bien y para mal. "De mí se ha dicho de todo, que era guapa y que era fea, que era lista y que era tonta, que me conformaba con poco… y que soñaba con ser Reina de España —confesaba Carmen en los recuerdos de su vida que contó en ¡HOLA! en su día—, pero lo único que verdaderamente me duele es que se dijera que he abandonado a mis hijos"

Carmen, que cursó parte de sus estudios en el Colegio de Santa María de las Nieves, en Somosaguas, y después en el Colegio Lope de Vega, se mostró desde joven muy inquieta y receptiva por conocer más allá de las paredes del palacio de El Pardo.

Su matrimonio con Alfonso de Borbón

Conoció a Alfonso de Borbón, en la embajada de España en Suecia y casi desde aquel momento supo que se iban a casar con él. El 8 de marzo de 1972 Carmen y Alfonso, nieto de Alfonso XIII, duque de Cádiz, contrajeron matrimonio en la capilla del palacio de El Pardo, con mil invitados como testigos. Entre ellos Raniero y Grace de Mónaco, la Begum, los Reyes de Grecia, Víctor Manuel y María Gabriela de Saboya... "Estaba ilusionada con mi boda, pero nunca la vi como el cuento de hadas que decía la gente, aunque sí tomé la decisión de que el vestido de novia me lo tenía que hacer Balenciaga", desveló Carmen, que tenía 21 años, catorce menos que el novio, tiempo después.

¿Qué le pasó al hijo de Carmen Martínez-Bordiú?

La felicidad de la pareja se fue extinguiendo poco a poco. En 1976 conoció en Bari, Italia, a Jean-Mari Rossi. Tiempo más tarde tomó por amor una terrible decisión: dejar su país y sus hijos e irse a París. Fueron años marcados por el dolor. Un dolor que se vio brutalmente multiplicado cuando, en 1984, murió su hijo Fran en un accidente de tráfico (cuando volvía con su padre y su hermano de esquiar). Esa tragedia marcó su vida para siempre.

Su segundo matrimonio con Jean Mari Rossi

Pero el destino se ensañó con la familia Rossi-Martínez Bordiú. Pocos meses después, en agosto, fallecía Mathilda, hija de Jean Mari Rossi. Según palabras de Carmen Martínez Bordiú si no hubiera sido por el nacimiento de la pequeña Cynthia la relación con Rossi se hubiera roto ahí mismo. No fue así. Al quedarse embarazada, decidieron contraer matrimonio (el 11 de diciembre de 1984). Su hija nació en abril de 1985, justo el día de la Virgen del Recuerdo.

¿Cómo fue la muerte del duque de Cádiz?

Aún marcada por la muerte de su hijo y de la de Matilda a bordo de una lancha motora, se unió el trágico accidente de esquí su primer marido y que le costó la vida durante una estancia en una estación de Colorado.

Tal vez las heridas, por las desgracias ocurridas en el transcurso de su relación, no estaban bien curadas, por eso Carmen y Rossi decidieron separarse en 1994 y obteniendo su divorcio un año después.

Su historia de amor con Roberto Federici

En el verano de 1993 conoció (o mejor se reencontró) con Roberto Federici. El eslogan de un jersey que él se llevó por error parecía pronosticar un futuro común: 'It's our time'. Era su momento. Y lo aprovecharon.

La relación duró diez años y en 2004 decidieron cada uno tomar caminos diferentes, aunque antes Roberto Federici acudió como invitado a la boda de Luis Alfonso, quien contrajo matrimonio con en noviembre del 2004 con Margarita Vargas Sataella, hija de Víctor José de Vargas y Uruaquin, abogado y financiero, y de Carmen Leonor Santaella Tellerías. El enlace tuvo lugar en la capilla de San Estanislao de Cracovia, una de las más antiguas de la capital dominicana y a ella acudieron numerosos rostros conocidos y el enlace estuvo amenizado por la música de Juan Luis Guerra, David Bisbal, Los del Río y Manuel de Angustias.

Pasional donde las haya, Carmen, de raza y de fuerza, siempre ha huido de tibiezas, medias tintas e inseguridades. Mujer de grandes amores (y desamores), que evita eufemismos y fiel a sus principios, no le tembló el pulso y dio un giro radical a su vida. Y lo hizo por honestidad con sus sentimientos. Sin importarle el qué dirán, comenzó una nueva vida poco después de la boda de su hijo, Luis Alfonso. Dejó París y regresó a la Sevilla de su alma. Pero no como esperaba. Las cosas se torcieron, los planes no salieron tal y como quería y se volvió a refugiar en París.

Su relación con José Campos

Luego, cuando amainó el temporal mediático que se levantaba a cada uno de sus pasos, reflexionó sobre su vida, su momento y su futuro. Comenzó a ir y venir aunque poco a poco se iba quedando más tiempo. Existía un motivo de peso. Mucho más allá de la comentada posible reconciliación con el arquitecto italiano —que para ella ese amor es ya historia y amistad— había una nueva razón para que sus estancias se prolongaran cada vez más. Esa razón tenía nombre y apellidos: José Campos, un empresario cántabro que le ayudó a olvidarse de las preocupaciones de su vida.

Enamorada y demostrando que la vida sigue mucho más allá de los 50, Carmen contrajo matrimonio con el santanderino el 18 de junio de 2006, en la capilla de la finca "Las Almentas", de Cazalla de la Sierra (Sevilla), propiedad de Cesar Alba y Mercedes Castillejo Oriol, íntimos amigos de la familia Franco. La novia, estaba radiante con el diseño de Christian Lacroix, de estilo imperio, confeccionado en muselina blanca, llevaba un corsé por delante, con un lazo azul bordado a mano, y adornado con rosas bordadas en cristal. Este tercer matrimonio terminó en febrero de 2013, cuando el empresario Luis Miguel Rodríguez entró en la vida de Carmen.

Abuela de seis nietos

Pero antes de iniciar una nueva relación y enamorarse de nuevo de Luismi, como se le conocería cariñosamente, en septiembre de 2010, Carmen, a la que Luis Alfonso ya había hecho abuela con el nacimiento de su primogénita, Eugenia, fruto de su matrimonio con Margarita Vargas, asiste orgullosa al bautizo de sus nietos mellizos, Luis y Alfonso, en la basílica de San Pedro del Vaticano. El cardenal Angelo Comatri, arzobispo y vicario general de Su Santidad, ofició la ceremonia en la que los pequeños fueron bautizados como Sus Altezas Reales el príncipe Luis y el príncipe Alfonso .

Orgullosa abuela de tres nietos, la alegría de Carmen se triplicaba de nuevo en los siguientes años debido a la llegada de tres niños más. Dos hijos por parte de su hija Cynthia, nacidos de su matrimonio con el cirujano Benjamin Rouget y el cuarto hijo de Alfonso, Enrique de Borbón y Vargas. 

¿Qué fue de Carmen Martínez-Bordiú?

Pasional y vitalista donde las haya y muy fiel a sí misma, Carmen daría una nueva oportunidad al amor y en 2017 durante un viaje por Costa Azul junto a amigos conocería a la que es su última pareja el coach australiano Tim McKeague, 35 años más joven que ella, y con el que se asentó en 2019 en Portugal donde mantiene una vida anónima y completamente alejada del foco mediático.

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