Tenía 14 años -nació el 14 de octubre de 1980- cuando se cruzó en su camino un representante de la agencia francesa Viva, que le ofreció la oportunidad de trabajar dentro del mundo de la moda. Poco iba a imaginar esta joven de escasa estatura que este casual encuentro iba a ser crucial en su vida.
Pronto comenzó a firmar contratos en distintas partes del mundo, lo que le obligó a abandonar su ciudad natal, Chartres. Este éxito se debió a que Audrey Marnay reproducía a la perfección el denominado estilo heroin chic (cuerpo delgado, ojeras, aspecto enfermizo... ), tan de moda a finales de la década de los 90.
Poco después de fichar por Viva, otras agencias de modelos, como la norteamericana DNA y la italiana Why not, se interesaron por ella y le dieron el empujón necesario para que se convirtiera en un rostro conocido internacionalmente. Así, Calvin Klein, Clinique, DKNY, Lanvin, Hiromichi Nakano, Nina Ricci, Valentino y Versace son algunas de las firmas para las que ha protagonizado sus campañas.
También, pese a su poca estatura, ha desfilado para importantes diseñadores, siendo, por ejemplo, uno de los rostros más requeridos durante los desfiles de primavera-verano de 1998. De este modo, esta pecosa maniquí, que se declara budista, puede estar orgullosa de haber trabajado en importantes capitales de la moda, como París, Milán, Nueva York o Madrid.
Además, Audrey Marnay posó para el calendario Pirelli 1999, donde también participaban [Sophie Dahl], [Elsa Benítez], [Carolyn Murphy], [Alek Wek] y [Angela Lindvall], entre otras.