Durante la menopausia, hay muchos aspectos en la salud de la mujer que se ven afectados. Incluso la piel nota cómo esta época puede dejar su huella, debido a la falta de estrógenos. ¿Cómo se manifiestan estos cambios? La piel adelgaza, pierde su textura, se vuelve menos firme y más áspera.
Y es que, si te encuentras en esta fase de tu vida, tal vez has notado una serie de síntomas muy claros, que nos resume el doctor Lajo Plaza, quien nos explica que se produce atrofia progresiva de la epidermis, disminución del contenido de colágeno en la dermis, menor vascularización de la piel, reducción de la secreción de las glándulas sebáceas, pérdida de hidratación: la piel se vuelve más seca y áspera, además de un empeoramiento del metabolismo cutáneo.
¿Hay solución?
Pero no todo son malas noticias, pues existen tratamientos que pueden echar una mano en este momento tan complicado para muchas mujeres, todos ellos encaminados a mejorar la regeneración, hidratación y elasticidad de la piel. Estos son algunos de ellos.
-Micronutrición por vía oral. Es el complemento ideal a los tratamientos de consulta. Con ello se consigue potenciar la capacidad de respuesta de la piel a los estímulos que inducimos, así como aportar precursores del colágeno, agentes antioxidantes…
-Infiltraciones de ácido hialurónico. Se realizan en las capas medias de la dermis, compensando así la pérdida de agua y reduciendo su adelgazamiento, lo que al final se traduce en menos arrugas en la superficie.
-Luz pulsada. Para eliminar los signos del fotoenvejecimiento cutáneo (manchas, arrugas, falta de elasticidad cutánea, huesos excesivamente marcados…). Este tratamiento se realiza más tras la menopausia, ya que es cuando desciende enormemente la capacidad de la piel para combatir estos efectos.
-Hidroxiapatita cálcica. Es un componente redensificador de la dermis gracias a su estimulación de la producción de colágeno. Se infiltra a través de microcánulas de 70 mm. de longitud que apenas producen trauma y evitan la aparición de hematomas.
- Radiofrecuencia. Tratamiento que reafirma, tonifica, aporta tono muscular y mejora notablemente la calidad de la piel. Además estimula la producción de colágeno dando a la piel más elasticidad y alisando la superficie.
Problemas también en tu boca
Pero no sólo tu piel lo nota. Los cambios hormonales durante este periodo también alteran la salud de dientes y encías. ¿Qué ocurre realmente durante la menopausia? La actividad de los ovarios y la producción de estrógenos y progesterona desciende. Esto se traduce no sólo en los síntomas más popularmente conocidos, sino también, como nos explica la doctora Marta Córdoba del Pozo, de Clínica Córdoba del Pozo Dental Wellness, en problemas bucodentales de los que pocas veces suele hablarse.
-Durante la menopausia, aumentan los problemas de osteoporosis. Este desgaste de los huesos afecta también a los huesos de las encías que sujetan las piezas dentales haciendo que la mujer pueda ser más vulnerable a la pérdida de alguna pieza durante esta etapa.
-La secreción de saliva disminuye, lo cual puede provocar la sensación de boca seca (xerostomía), además de empeorar los procesos de masticación, deglución o incluso hablar.
-El síndrome de ardor bucal: así es como se conoce a la patología asociada con ardores y escozores centrados en la lengua, labios y paladar. Suele aparecer unos años después de haber cesado definitivamente la menstruación.
-La falta de saliva también hace que la boca se vuelva más susceptible a las bacterias de la caries, por lo que se recomienda extremar la higiene dental y no saltarse las revisiones odontológicas. Son recomendables al menos dos al año hasta que el sistema hormonal se haya estabilizado.
-El descenso hormonal también aumenta la posibilidad de sufrir gingivitis. Esta patología provoca que las encías se retraigan dejando al descubierto las terminaciones nerviosas, lo que se traduce en enrojecimiento de las encías, hemorragias, híper sensibilidad dental y dolor.
¿Qué recomiendan los expertos?
La Dra. Marta Córdoba del Pozo, alerta de la importancia de cuidarse durante la menopausia y aconseja:
- Extremar la higiene dental en esta etapa.
- No olvidar el uso del hilo dental al menos una vez al día y preferiblemente antes de acostarse.
-Mantener lo más bajos posible los niveles de placa, por lo que las limpiezas profesionales al menos dos veces al año serán un buen aliado.
-Enriquecer la dieta con alimentos o suplementos que contengan vitamina A, E y C, que fortalecen la piel y las mucosas.
-Escoger una pasta de dientes de bajo contenido abrasivo para que no deteriore en exceso mucosas ni dientes.
-También conviene elegir un cepillo de dientes suave con puntas redondeadas que cuidan la integridad de las encías y el esmalte, ya de por sí debilitado durante la menopausia.
-Acudir periódicamente al especialista para hacer controles periódicos y en el caso de haber problemas periodontales o caries tratarlos lo más rápido posible.