A sus dos añitos, James, la hija mayor de Blake Lively y Ryan Reynolds, consiguió acaparar todas las miradas en un día muy especial para el actor, ya que desveló su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood rodeado de toda su familia. De melena rizada y ojos claros, la pequeña conquistó a todos con su simpatía correteando de un lado para otro, sin parar de reír y ¡hasta le robó el micrófono a su padre!