Tras las fiestas y los excesos navideños, cuando apure la última copa de cava, los propósitos de enmienda resonarán de nuevo en sus oídos. Y es que, se quiera o no, las fiestas navideñas están invariablemente asociadas al exceso de comida y alcohol. Las escasas horas de sueño, el tabaco, las grandes comilonas y el alcohol causan estragos en el cuerpo. Pero existen pequeños trucos que pueden ayudarle a volver a ponerse a punto de cara a la dura cuesta de enero.
Los síntomas. La sensación de malestar, los ojos irritados, la piel deshidratada y las piernas cansadas dan la señal de alarma, además de los kilos de más. Pero nada es irreparable y con unos sencillos consejos, todo puede mejorar. La cosmética puede ayudarle, y es que es necesario un periodo de cura para regenerar la piel. Y la primera norma, como no podía ser de otra manera, es descansar, descansar y descansar (además de la consabida limpieza en profundidad de la misma). Tal vez no pueda disfrutar de unos días de vacaciones lejos del trabajo, pero, pese a todo, sí que debe hacer el propósito firme de reducir su vida social, sobre todo la nocturna, al menos durante las primeras semanas. Así, le dará tiempo a su cuerpo para reponerse. Y las horas de sueño son fundamentales, no hay duda.
La piel también sufre. Los excesos alimentarios no se traducen sólo en kilos de más, también en granitos y en una piel apagada. Es fundamental no tocarlos. Y en lo que se refiere a la piel apagada y las ojeras, la mejor solución en estos casos es dormir a pierna suelta, procurando irse pronto a la cama, ya que el periodo natural de recuperación de la piel se produce de una a cuatro de la madrugada, cuando más aprovecha los beneficios del sueño. Cura intensiva. Una buena opción es aprovechar las primeras semanas de enero para acudir a un centro de belleza donde pongan nuestra piel a punto (¿no ha pensado que puede ser una buena idea para un regalo de Reyes?). Los tratamientos intensivos que incluyen algas son mano de santo en estos casos. Así, una alternativa es recurrir a mascarillas de arcillas, algas o fango purificantes. Éstos preparados se convierten en productos imprescindibles, además de los correctores, que siempre pueden venir bien para volver a enfrentarse al trabajo sin que las ojeras sean demasiado evidentes. Y, por supuesto, la aplicación de cremas con vitamina C y antioxidantes contribuyen a incrementar la luminosidad de la piel.
El cuerpo, damnificado. Un baño relajante puede ser una buena solución de urgencia, y existen multitud de lociones que aligeran y refrescan las piernas, disminuyendo la sensación de pesadez que se da en ellas, en parte por los tacones de vértigo que suelen convertirse en el complemento ideal de los trajes de fiesta. Tras el baño, puede usted recurrir a un combinado de aceites esenciales, principalmente basado en la lavanda y en los cítricos, y extenderlo por su cuerpo, que sin duda, experimentará una reconfortante sensación de bienestar.
Un buen propósito. Le proponemos además que comience el año con buen pie e incluya en su lista de buenos propósitos navideños el dejar de fumar.
Recuperar la figura. Pero sin duda, si hay una gran damnificada por los efectos de las fiestas, ésa es la figura. El turrón hace mella en su cuerpo, y los kilos de más se notan. Si a esto le suma una sensación de pesadez que no le abandona, lo ideal en estos casos es seguir una dieta depurativa durante las 24 horas siguientes a una comida copiosa. Es la opción perfecta para desintoxicar el cuerpo de los abusos, además de la solución más natural y saludable para depurar el cuerpo y liberarlo de toxinas. Debe incluir frutas, verduras, yogures, queso fresco y una gran cantidad de líquidos. Pulse aquí para ver la lista de alimentos depurativos que pueden ayudarle en estos primeros días del año.