Los bebés recién nacidos tienen la piel mucho más frágil y, por ello, la propia fricción del labio con el pecho durante las tomas de lactancia materna, pueden provocar la aparición de las conocidas como ampollas o callos de succión. Normalmente, desparecen por sí solos a los pocos meses pero, ¿qué pasa si perduran en el tiempo?, ¿son dolorosos para el niños?, ¿hace falta curarlos?
31/01/2023 18:16 CET
Por Sara Hormigo