Hablamos con Javier García-Obregón y Eugenia Gil tras su boda: de la emoción de su tía Ana al sonado retraso de la novia
Después de siete años de relación, los novios pasaron por el altar el pasado 1 de mayo en un emotiva ceremonia rodeados de familia y amigos
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El 1 de mayo de 2024 es una fecha que quedará para siempre grabada en en los corazones de Javier García-Obregón y Eugenia Gil Muñoz. Después de siete años de relación y tras prometerse en un romántico viaje a Maldivas el año pasado, la pareja por fin puso el broche de oro a su historia de amor diciéndose ‘sí, quiero’ en la bonita iglesia de San Fermín de los Navarros en Madrid. Con sus familias y sus amigos como testigos de esta promesa tan brutal de unir sus vidas para siempre, Javier y Eugenia vivieron un día de ensueño, lleno de emoción, alegría y sobre todo, mucho amor. En conversación exclusiva con ¡HOLA!, los novios de la primavera recordaron los momentos más especiales de su gran día, las anécdotas, cómo vivieron los preparativos de boda y sus planes de futuro como marido y mujer.
-Javier, y mientras esperabas a Eugenia ¿qué pensabas al ver que no aparecía?
-La verdad es que yo estaba muy tranquilo porque habíamos previsto sus cinco minutos de retraso y sabía que si estaba tardando más no era por culpa suya. He esperado siete años para casarme con ella ¿qué son 45 minutos más? Creo que no hay ningún problema ni hay que hacer ningún drama.
-Por fin llega y cuando la ves preparada para entrar en la iglesia junto a su madre ¿Te emocionaste?
-J: Intenté aguantar las lágrimas, pero no pude, me puse a llorar.
-E: A mí lo que me importa es haberme casado con Javi delante de los ojos de Dios. Eso era lo único importante, el vestido, la fiesta, el coche, esas son cosas que hacen todo todo muy bonito, pero para nosotros lo realmente importante era casarnos y comprometernos ante Dios y delante de todos nuestros familiares y amigos que estaban allí. Y no eran pocos porque vino gente de Ginebra, de Luxemburgo, de Londres…
-Javier, entraste a la iglesia del brazo de tu madre con la música de Interstellar.
-Sí fue una adaptación que hizo el grupo Alborada de la banda sonora de Interstellar, que es mi película favorita. Ahí ya todo el mundo rompió a llorar. Estuve hablando con algunos de mis primos después, que me dijeron que habían llorado, amigos míos, mi padre llorando…Todo el mundo entre lágrimas, pero con sonrisa, no era tristeza.
-E: La música emocionó a muchísima gente. Lo de Alborada es magia, de verdad. Los volveríamos a elegir mil millones de veces.
- Así que lloraste tú, lloró tu padre, tu madre…y tu tía Ana también se emocionó mucho.
-Sí estaba muy emocionada, casi no podía ni hablar.
-Quisisteis recordar a vuestros abuelos y a tu primo Aless, a quienes mencionó el padre Samuel durante la misa.
-Sí, personas muy importantes para nosotros. Yo creo que ahí mi tía se derrumbó. Pobrecita. Lo importante es que vino, nos acompañó, que estuvo presente y con todos nosotros. Y que estuvo sonriente en todo momento.
-Os hubiera gustado que Anita hubiera sido damita…
-Nos hubiera encantado, pero está aprendiendo a andar, es muy chiquitita todavía, necesita ayuda.
-¿Y qué os pasó con las arras?
-E: Pues que cinco días antes de la boda nos dimos cuenta de que no teníamos arras y entramos en colapso.
-J: Bueno, a lo malo, yo tenía rupias de Indonesia -dice riendo con humor-.
-¿Cómo los solucionasteis?
-Pues que teníamos las de Javier, el padre de Javi. Unas monedas de oro familiares preciosas y fueron nuestras arras.
-¿Cómo viste a tu madre y cómo viste a tu padre?
-A mi madre la vi muy emocionada en todo momento, sobre todo en la iglesia, le emocionó la Salve Rociera, el Himno de España …
-E: Y cuando me vio Paloma, se puso a llorar también.
-J: Y mi padre estaba pletórico porque claro, soy el primer hijo que se casa y no sé por qué, creo que no se esperaba que iba a vivir esa situación nunca, ver a su hijo casándose.
-¿Lo primero que os dijísteis el uno al otro al encontraros en el altar?
-E: Lo primero que me dijo fue: “Eu, tranquila. Todo lo bueno se hace esperar”. Porque yo llegaba muy nerviosa, no quería que pensara que no me quería casar. Sé que Javi era consciente de que me moría de ganas de casarme con él pero en esos momentos, de repente, pues no sabía que se le pasaba por la cabeza mientras yo tardaba tanto…
-J: La vi tan nerviosa…estaba muy emocionada y le dije eso, que todo lo bueno se hace esperar.
-Hablabais de que sonó el Himno de España ¿Tenía que ver con tu abuelo Antonio?
-Sí, por supuesto, era miembro honorífico de la Guardia Civil y amaba España y todo lo que tenía que ver con su país y había participado mucho en su desarrollo como profesional a nivel inmobiliario. Fue en honor a él y también a nosotros.
-E: Sí, porque nos sentimos muy españoles y estamos muy orgullosos de serlo. Así que pusimos nuestro himno y nos parece lo máximo y nos emociona mucho. Y todos los invitados estaban también emocionados. Y además, es algo que en una iglesia no te lo esperas mucho.
-Eugenia, Paloma y tú no sabíais cómo era el vestido de la otra a pesar de haberos cambiado en el mismo hotel.
-Queríamos que fuera sorpresa, mantener la intriga. Ella lo comentó desde el principio y dije ¡Qué locura! Pero luego pensé que tenía razón. Y así además ni ella me condicionaba a mí ni yo a ella. Y hemos estado así con los nervios porque además la noche anterior dormimos en el mismo hotel mi madre, Paloma y yo y para que no coincidiéramos nos tuvieron que poner en alas separadas -ríe-.
-¿Qué te dijo al verte?
-Me dijo que estaba guapísima y que me quería muchísimo. Y yo le dije a ella que estaba espectacular.
-Llevabas guantes, y ella también los llevó en su boda.
-Claro, fue un guiño, pero nadie se dio cuenta.
-Una vez finalizada la ceremonia os disteis un beso de película en la puerta.
-Mira, estaba tan emocionada de que nos hubiéramos podido casar que fue un beso de película total.
-Luego vino el cóctel, la comida y el fiestón ¿A qué hora acabasteis?
-Estuvimos hasta las doce, que ya era mucho, porque empezamos a las dos del mediodía. Todo el mundo se lo pasó en grande, fue una fiesta impresionante. Black Lotus se encargó de la iluminación de la sala con lámparas creadas a medida, y como te comentábamos, para nuestro baile hicieron algo espectacular y después la discoteca, la iluminación, las visuales, todo fue un show a medida. Ellos nos hicieron una entrevista y al lado de la cabina del DJ había una pantalla enorme y todos los efectos estaban basados en nuestros gustos. Fue impresionante.
Y después ya pasado el baile, cuando estás un poco más cansado llegó para animar la fiesta Hora Loca, que estuvieron por ejemplo en la boda de Marta Pombo. Nos pidieron el nombre de cinco invitados para que les diéramos el teléfono y convertirlos en cómplices de ese momento. Trajeron bailarines vestidos de espejo, una barra con chupitos que van pasando por toda la fiesta, pelucas, diademas, alas, gorro, gafas…
-Para abrir el baile disteis clases particulares con una profesora.
-La profesora que ha estado viniendo a casa cada domingo se llama Nati y es una santa, porque no somos arrítmicos, sino lo siguiente -ríe-. Hasta tuvimos que cambiar de canción porque era bastante complicado el baile para nuestro nivel tan básico y no queríamos hacerlo tan mal -ríe-. Y también quisimos meter una parte divertida de coreografía para romper el vals, ya con una canción más cañera, y animar a la gente a pasar al modo discoteca. Decirles de esa manera ¡Ya empieza la fiesta! Ha sido un proceso divertido y nos hemos reído mucho con las clases. Dimos la última justo el domingo antes de la boda.
-Una manera muy diferente y original de abrir el baile, con la música de Los Bridgerton, además.
-Sí, empezamos los dos a la vez. Hemos querido ser creativos porque deseábamos, de verdad, que fuera nuestro momento y ser los dos protagonistas a la vez. Javi me cogió hasta en volandas y me dio una vuelta, no sabes qué profesional después de todas las clases de baile y la gente alucinaba.
-Y a la mañana siguiente ¿qué es lo primero que os dijisteis?
-No nos dijimos nada, nos dimos un beso como ¡Ay buenos días! y abrazamos
-¿Cuál ha sido el momento más emotivo para cada uno de vosotros?
-E: El mío, llegar a la iglesia y ver a Javi. Verle con Paloma fue muy emocionante para mí.
-J: Pues iba a decir verla aparecer en la iglesia. Yo quería abrir los portones y verla llegar. Me encantó cuando la vi, estaba muy guapa.
-E: Y con el velo, que no te lo esperabas.
-J: No sabía nada del vestido, no tenía ni una pista, no había visto absolutamente nada. Y además era imposible adivinar algo porque todo el rato me estuvo dando pistas falsas.
-El vestido era un poco inspiración Audrey.
-Sí, total, como muy Hollywood.
-Y el más divertido ¿cuál fue?
-Cuando nos cogieron nuestros amigos en brazos y empezamos a saltar. Y cuando estábamos repartiendo el ramo a mi madre y a Paloma, Javier me pisó la cola del segundo vestido, que salió volando, la wedding se quedó pálida y la metió detrás de una planta para que no se viera. Fue total. Javi me miraba como ¡no puede ser!
-¿Quienes lo dieron todo en la fiesta?
-Yo creo que los primos de Javi de Galicia. De hecho me cogió uno de ellos de la mano y me dijo: “Te tengo que decir una cosa, es el mejor día de mi vida”. Y mi prima Carlota, que es muy importante para mí, y me adora y también a Javi y llevaba esperando todo el año nuestra boda tachando en el calendario.
-J: sí, Carlota fue la más animada, la más bailona, y mis primos de Galicia.
-E: La boda empezó con un pequeño tropezón, pero luego acabó siendo una maravilla.
-Y ahora os vais ya de luna de miel.
-Sí, nuestro vuelo sale en horas, estamos ya desando. Vamos a hacer una ruta impresionante durante tres semanas.
-¿Queréis ser padres pronto o preferís esperar?
-Javi quiere ampliar la familia enseguida. Pero la verdad es que ha sido un año tan intenso, entre la boda, la compra de la casa, la venta de la otra, una mudanza…que realmente preferimos asentarnos un poco en la casa y decorarla, también queremos hacer algo de reforma, antes de ampliar la familia.
-Creo Eu que quieres familia numerosa.
-J: Si vienen dos o tres hijos…
-E: O cuatro o cinco -ríe-. Bueno, los que quiera Dios. Que sea lo que tenga que ser.
-J: Dios querrá que paremos antes -ríe-.
-Por eso os acabáis de mudar, todo a la vez.
-¡Imagina! Una locura. Nosotros compramos nuestra primera casa hace poco más de un año, un piso ideal en una zona estupenda, pero Javier un día de repente me propuso que nos fuéramos a una más grande. Para él y para mí era ideal, con dos habitaciones y dos cuartos de baño, pero a la hora de pensar en ampliar la familia, es cierto que se nos quedaba pequeña, teniendo en cuenta, además, que Paloma no vive en Madrid, y viene a vernos, y mi madre va y viene desde Galicia a pasar temporadas. Y sin olvidarnos que tenemos un perro de 30 kilos -ríe Eugenia-. Así que le dije, vale, si consigues vender la casa en una semana, vamos adelante. ¡Y la vendimos en un día y medio!
-Así que otra mudanza, pero bueno, ya está.
-Seguro que a vuestros padres les encantaría ser abuelos. Porque además sería el primer nieto para todos.
-E: Claro! Yo creo que si a Javier padre le damos un nieto, es el hombre más feliz de España. Ahora “la nieta” es nuestra golden retriever, Chloe, y ¡están todos locos con ella! pero la perra especialmente lo adora a él y él a ella, se adoran mutuamente. Un nieto sería la bomba y además el primero para todos ¡imagina!
-Os comprometisteis en Maldivas hace un año aproximadamente ¿Como han sido estos últimos doce meses?
-Se nos han pasado rapidísimo. No nos podemos creer que hace un año estábamos en Maldivas y ahora con una casa nueva, un perro, casados…es muy fuerte.
-De los regalos que habéis recibido, ¿cuál es el que más ilusión os ha hecho?
-J: El mejor regalo de todos es que haya podido venir tanta gente, pese al día que era no ha fallado casi nadie. Una amiga mía me dijo en la petición de mano que nuestra boda iba a ser el único día de nuestra vida en la que Eu y yo íbamos a tener al lado a todo el mundo al que queremos juntos en el mismo sitio. Y es cierto.
-¿Cómo pasasteis los días previos?
-J: Ha sido una locura organizar todo, parece que lo tienes y de repente salen los gnomos en el jardín.
-E: Sí, ya sabes, con los últimos flecos, viendo como iba a ser todo, porque no ha sido una boda sencilla, había que coordinar desde la música de la iglesia a la cantante en directo en el cóctel, los shows de Black Lotus y Hora Loca…Y también tuvimos que cambiar a última hora el vuelo de la escala hacia Indonesia porque había lluvias, para colmo ha hecho erupción un volcán y hay riesgo de tsunami…
-J: yo creo que los últimos días estábamos ya en mood de perdidos al río -ríe-.
-¿Hicisteis despedida de solteros?
-J: Bueno, superdespedidas, hemos tenido dos cada uno.
-E: Sí, a mí me llevaron un grupo de amigas a Málaga, y lo pasamos fenomenal, y otro grupo de amigas cuatro días a Lisboa. Y a Javi le llevaron un fin de semana a Salamanca y luego cuatro días a Canarias. Toda la Semana Santa.
-J: A una fuimos cinco amigos del máster y en otra fuimos 16 amigos de toda la vida del colegio.
-E: Yo no sabía nada de él. Y le decía ¿Javi, pero estás vivo? -ríe-. Y solo le pedía que por favor no le cortaran el pelo o le hicieran algún tatuaje raro a un mes de la boda.
-¿Ha sido vuestra boda como la habíais imaginado?
-E: sí, excepto el tema del vestido porque por eso me retrasé tanto, estuve muy nerviosa y la ceremonia religiosa, que para nosotros era muy importante, se tuvo que acortar.
-J: El resto ha salido incluso mejor de lo que nos esperábamos. Había muchas sorpresas y también algunas las habían organizado los propios proveedores sin que nos diéramos cuenta, nos habían avisado de que habría, pero no lo que sería. Por ejemplo, cómo hizo nuestro baile Black Lotus, que fue de flipar, y la discoteca que montaron también fue una sorpresa. Impresionante.
-E: Todo salió muy bonito y fue muy emotivo. Todos se emocionaron en la iglesia, la música fue espectacular y después fue un fiestón, lo pasamos genial.
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