Céline Dion y su retirada definitiva de los escenarios: recordamos el día que nos abrió las puertas de su espectacular mansión en Florida
Los síntomas del Síndrome de la persona rígida que padece son cada vez más graves
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“Casi no puede caminar. La espalda se le ha curvado, los espasmos musculares que sufre son insoportables. No puede ni siquiera salir de casa… La situación ha llegado a tal punto que nos hace pensar que se va a retirar. Que no cantará nunca más en público”. Porque el estado de salud de Céline Dion es cada vez peor y sus síntomas, más y más graves.
Suena frívolo echar mano aquí del título de aquella telenovela mítica que recordaba a una maldición bíblica. Ya saben, Los ricos también lloran, pero es que en realidad aún no hemos podido digerir que una diva del calibre de Céline Dion, todopoderosa sobre el escenario y de una majestuosidad y una voz fuera de la común, sufra como cualquier mortal. Y sufra, además, tanto. Un dolor tan inconmensurable como parecía su fortaleza. Como si la buena estrella la hubiera abandonado a su suerte, como si ahora tuviera que pagar un precio altísimo y cruel por haber tocado el cielo y el éxito con sus manos… Algo así como si los dioses del Olimpo se tomaran la revancha con aquella que osó ser una heroína del palco escénico haciendo uso de un don divino. Como si la felicidad no fuera compatible con el triunfo o los contratos millonarios. Como si nos encontráramos de bruces con un axioma trágico que rige el karma, el universo o la puñetera Ley de Murphy: en el reverso de la moneda de la fama siempre hay una cruz y el mito y la leyenda solo se construyen a base de luces y muchas, muchas sombras.
Fuentes cercanas a la estrella canadiense acaban de confirmar las peores sospechas: la enfermedad de la de Ne partez pas sans moi no remite. Al revés, va de mal en peor. La estrella sufre desde hace tiempo -aunque la enfermedad trascendió una vez que anuló sus fechas de concierto en enero de 2022 después de los sinsabores de la pandemia- una rara patología neurológica, el Síndrome de la Persona Rígida, que, no solo provoca calambres, espasmos y dolores musculares insoportables e incompatibles con el desarrollo de una vida normal, sino también contracturas y parálisis que provocan caídas, rigidez y, sí, también el silencio y la muerte. “Está tan débil que se niega a que la vean, a salir a la calle, aunque sea para tomar aire”, explicó un allegado al medio Radaronline.
En mayo pasado, la cantante tuvo que anular más de cincuenta conciertos de su premonitorio Courage Wolrd Tour previstos entre Estados Unidos y Europa hasta abril de 2024. “Siento muchísimo desilusionaros una vez más. Estoy trabajando duramente para restablecer mis fuerzas, pero poner en marcha una gira es muy difícil, incluso, cuando se está al 100%. Me rompe el corazón, pero es mejor que anulemos todo ahora y que vuelva completamente perfecta para subirme de nuevo al escenario”, escribió en su momento en su cuenta de Instagram la intérprete de My heart Will Go On añadiendo una promesa final: “Quiero que todos sepáis que non voy a rendirme. Y que no veo la hora de volver a veros”.
Sin embargo, este mismo agosto, la hermana de Celine, Claudette, en una entrevista al cotidiano Le Journal de Montreal, confesaba el drama que estaba viviendo la artista y la desesperación que se cernía sobre su familia: “No somos capaces de encontrar ninguna medicina que funcione, pero mantenemos la esperanza y eso es importante”. Claudette contaba demás que Linda, la tercera de las hermanas, era la que se encontraba día y noche junto a la cantante, que se había ido a vivir con ella y con sus tres hijos, fruto de su matrimonio con René Angélil, fallecido en 2016 cuando la vida ya avisaba a la ganadora de Eurovisión que éste no es un camino de rosas sin espinas.
Y es paradójico, porque no lo había sido nunca para ella. Como el Titanic, un tótem de su tiempo, la intérprete de su banda sonora siempre ha navegado con puntas lacerantes directas a su línea de flotación. En este post recordamos un momento de alegría que, a todas luces, parecía plena. ¡HOLA! ofrecía en exclusiva en el otoño de 2010 unas instantáneas del matrimonio en su casa de la Isla Júpiter, en Florida, un reportaje que tuvo que adelantarse porque la cantante se ponía de parto de sus gemelos, y donde René recordaba cómo se había fortalecido su relación cuando él, en 1999, debía enfrentarse al cáncer, una enfermedad que logró vencer en su primera batalla. “Cuando pasó, todo cambió —contaba—. Vi en ella una fuerza que se consolidó. Desde entonces, ella es la jefa. ¡Es verdad! ¡Suena raro, pero es verdad!”. Y su perseverancia y entereza confirmaban sus palabras porque si bien el alumbramiento llegaba a buen puerto, atracar no había sido fácil. Hasta cinco veces la fecundación había resultado fallida y, sin embargo, Celine no dudaba en calificarse como una mujer con suerte. “La fecundación in vitro es complicada emocionalmente, pero tienes que ser consciente de la suerte que es tener una familia: ser madre, tener un marido, eso es ser afortunada”. Pone el vello de punta leer sus palabras con la mirada de hoy. “Quiero que los gemelos crezcan con salud y sabiendo que son queridos. Para mí, ese es el mayor éxito del mundo”, decía la artista en un sumario.
Claudette contaba en el periódico canadiense que estaban pidiendo diagnóstico a los mejores investigadores del planeta para poder hacer frente a la enfermedad porque su hermana rechazaba rendirse a pesar de que el síndrome que padece ataca en el mundo a una persona entre un millón con lo que no es una enfermedad con un protocolo de curación unívoco. ‘”Sinceramente, creo que lo que más necesita es descansar. Ella siempre va más allá y trata de ser la mejor. En un momento dado, tu corazón y tu cuerpo están tratando de decirte algo, por lo que es importante escucharlo”, añadía Claudette que sabe bien de los problemas de salud de su hermana, una mala salud de hierro que ha sorteado durante toda su carrera. De hecho, hace relativamente poco, en 2018, Dion anunció la cancelación de varios conciertos en el Colosseum del Caesars Palace de Las Vegas, debido a una intervención quirúrgica por una afección en su oído conocida como Trompa de Eustaquio Patulosa, que causa irregularidades en la audición. Ahora, este síndrome, no solo afecta a sus músculos sino también, a sus prodigiosas cuerdas vocales y ha truncado otro de sus grandes sueños acariciados desde que era pequeña: su aparición en la gran pantalla como parte del reparto de la comedia romántica Love again, donde se ha interpretado a ella misma y ha puesto voz a la banda sonora. Pero parece que la vida le ha vuelto a poner otra piedra en el camino, una roca que dicen sus personas más cercanas, está haciendo todo lo posible por volatizar, con terapia intensivísima, ejercicios y una fuerza de voluntad casi inhumana, lo que sea antes de convertirse ella misma en una estatua.
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