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El cofundador de Microsoft Bill Gates y su mujer Melinda ya están oficialmente divorciados. La expareja, que anunció su separación el pasado mes de mayo, ha recibido la aprobación del tribunal al acuerdo al que han llegado, como se puede ver en los documentos que se han hecho públicos. Estos indican que han hecho un contrato de separación para dividir sus bienes, aunque los detalles de cómo se ha realizado el reparto no han transcendido. Lo único que se sabe es que ninguno de ellos pagará una pensión al otro, dado que sus hijos ya son mayores de edad. La fortuna de los Gates está valorada, según datos de Bloomberg Billionaires Index, en unos 152 billones de dólares (128 mil millones de euros), cantidad que se supone habrían dividido a partes iguales.
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Los dos seguirán compartiendo en el futuro la gestión de su fundación benéfica, aunque el equipo de la organización ha explicado que darán un período de prueba a la expareja de dos años para ver si pueden hacer su trabajo de manera efectiva aunque estén separados. En el caso contrario, Melinda renunciará a su puesto. El CEO de la fundación Mark Suzman ha señalado que en ese caso Bill entregaría recursos a Melinda (no saldrían de la fundación) para poner en marcha sus propios proyectos filantrópicos.
Bill entonó el mea culpa
Bill y Melinda Gates pusieron punto y final a su matrimonio el pasado mes de mayo después de 27 años juntos. “Después de pensarlo mucho y de trabajar en nuestra relación, hemos tomado la decisión de poner fin a nuestro matrimonio”. En la petición de divorcio presentada por Melinda, documentos a los que tuvo acceso la revista People, la madre de los tres hijos de Bill Gates dejó claro que el matrimonio estaba “irremediablemente roto”. Varios medios de comunicación apuntaron entonces a las supuestas aventuras extramatrimoniales del millonario como causa de su divorcio.
El diario Wall Street Journal reveló que el filántropo tuvo que dejar Microsoft en 2020 por haber tenido una aventura con una empleada de la compañía en el año 2000. La junta de Microsoft inició una investigación en 2019 tras el envío de una carta por parte de una ingeniera de la empresa en la que aseguraba que había mantenido un affaire con Bill Gates durante varios años y en la que pedía que Melinda Gates leyera la nota. Antes de finalizar la investigación, el fundador de la compañía dimitió de su puesto en el consejo, aunque un portavoz de Gates aseguró que su renuncia no tuvo nada que ver con esta aventura, que Bill Gates admite, pero que acabó hace muchos años y de manera amistosa entre los dos. The New York Times apuntaba que el empresario tenía una cierta reputación entre sus empleadas y cuestionaba su comportamiento en la empresa y en la fundación que creó con su mujer, actitudes que fueron también desmentidas por el portavoz de Gates. Tras estas informaciones, se informó de que Melinda Gates conocía algunas de las supuestas indiscreciones de su marido.
Durante un encuentro privado en un campamento de verano para multimillonarios en Idaho (EE.UU.), promovido por el banco de inversión Allen & Company, el pasado julio, Bill Gates admitió que el culpable del fracaso de su matrimonio era él. En una distendida charla de preguntas y respuestas, Becky Quick, presentadora de la CNBC, le preguntó al fundador de Microsoft sobre su divorcio. "Bill Gates confesó que se había equivocado. Básicamente se refirió a que el divorcio fue culpa suya", reveló uno de los testigos de esa conversación en The New York Post.
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