La barba es un complemento masculino que a muchas (y muchos) resulta atractivo. Además, puede conferir autoridad y madurez, y es el motivo por el que quizás varios royals han optado por dejarse crecer este complemento. El primero fue el rey Felipe VI, que cambió de look después de haber sucedido a su padre don Juan Carlos. Pero no es el único: el príncipe Harry también pareció abandonar su niñez cuando se dejó crecer barba, al igual que el heredero al trono de Jordania, el príncipe Al Hussein. Esta tendencia también se ha propagado en los países del norte gracias a los príncipes Haakon de Noruega, Carlos Felipe de Suecia y al rey Guillermo Alejandro de Holanda. Incluso Mike Tindall ha caído en las bondades de la barba. Dale al play y no te lo pierdas.