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Han pasado tres meses desde que Raúl González llegó a Madrid. El futbolista ha regresado al club que le vio nacer y en el que se convirtió en leyenda: el Real Madrid. Raúl marcó toda una época en el club blanco y contribuyó a que su equipo llegase a la cima del deporte mundial. Si bien su carrera finalizó en el Real Madrid en el 2010, ahora siete años regresa y lo hace como adjunto al director General del Real Madrid CF, José Ángel Sánchez.
Más allá de sus logros profesionales, su mayor logro personal es su gran familia. Si bien su trabajo en las filas del club le mantiene muy ocupado - se está sacando el título de director deportivo-, siempre que puede le dedica su tiempo libre a su familia. Estos días ha sido fotografiado cuando acudía a recoger a sus hijos al colegio. Así, como el gran padrazo que es, Raúl fue a buscar a María, de siete años y acudía acompañado de otro de sus hijos mayores.
El futbolista madrileño ha formado una familia numerosa junto a su mujer, Mamen Sanz, con la que contrajo matrimonio el 1 de julio de 1999. Fruto de su unión tienen cinco hijos. El mayor llegó al mundo en el año 2000 y le pusieron Jorge en recuerdo a Jorge Valdano, el que fuese el primer entrenador y descubridor del jugador. Dos años después, nació Hugo, más tarde nacieron los mellizos Héctor y Mateo, en 2005, y, por fin, cuatro años después, en diciembre de 2009, llegaba la niña, María, que llenaba de felicidad a la familia, después de cuatro hijos varones.
Tras su marcha del Real Madrid jugó en varios clubs, el último el Cosmos neoyorquino. En Estados Unidos finalizó su carrera sobre el terreno de juego y comenzó una nueva etapa laboral, sin alejarse nunca del fútbol. Allí fue nombrado embajador de La Liga en Estados Unidos y comentarista de televisión, hasta que a principios del verano fichó para volver al Real Madrid, donde se siente como en casa.
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