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La polémica está servida. Unas declaraciones de la actriz Miren Gaztañaga en un programa de la televisión vasca EiTB en el llamaba a los españoles "culturalmente atrasados" y "catetos" han generado mucha controversia en las redes sociales. Tal ha sido la tormenta que ha generado que el equipo de la película en la que ella trabaja El Guardián Invisible ha emitido un comunicado en el que se desvincula "por completo" de estas declaraciones y afirma que Gaztañaga tiene un papel solo secundario y su presencia en la película "es mínima".
“Deploramos y rechazamos por completo cualquier insulto y falta de respeto a los ciudadanos españoles”, dice el comunicado, que responde así al boicot a la película que se hizo en redes sociales con la etiqueta #BoicotElGuardiánInvisible. Y añade: "Deseamos aclarar que la protagonista de “El guardián invisible” es Marta Etura y que la participación de Miren Gaztañaga en la película es en calidad de actriz secundaria y su presencia en el largometraje es mínima". El texto está firmado por el director de la cinta, Fernando González Molina, la escritora de la novela, Dolores Redondo, la actriz y protagonista Marta Etura y las productoras Atresmedia Cine, Nostromo Pictures y la editorial DeAPlanet.
El contenido del polémico programa Soy vasco, ¿y tú? corrió como la pólvora en las redes sociales con un vídeo resumen que recoge las principales descalificaciones contra los españoles con Gaztañaga como protagonista. En él no sólo llama "culturalmente atrasados" y "catetos" a los españoles sino que admite sus ganas de apagar la televisión cada vez que suena el himno español. Estas declaraciones hicieron estallar a los usuarios que, con un claro precedente como el de La Reina de España de Fernando Trueba, comenzaron el boicot. Pese a todo El guardián invisible logró recausar 1,2 millones de euros en su primer fin de semana y el equipo del filme se pronunció al respecto rechazando y desvinculándose de este tipo de comentarios hacia los españoles.
Por su parte la dirección de EITB emitió un comunicado en el que defendió la emisión del polémico programa y restaba importancia a su contenido. Asimismo, destacó que se trata de una producción audiovisual de humor “sin ánimo de editorializar”, que busca romper con algunos estereotipos, en este caso sobre los españoles, y que “dirime y exagera tópicos propios y ajenos, aportando también claves y experiencias que pretenden romper con esos clichés”.
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