"Estoy feliz". Así es como Miguel Ángel Muñoz responde a Risto Mejide cuando empieza su entrevista preguntándole que si es feliz. "'Soy feliz' creo que sería demasiado arrogante decirlo, porque nos pasamos la vida intentando buscar la felicidad y yo intento centrarme en el momento". El actor asegura que esa es su filosofía de vida: "Uno puede hacer balance y quizás haya cosas menos positivas que le hagan decir: "Pues no estoy tan feliz, me gustaría tener esto, que estuviera a mi lado tal persona, no haber perdido a tal amigo…", pero, si nos centramos en el momento, creo que la mayoría de las veces estamos felices".
Su paso por Chester in love nos ha dejado ver al Miguel Ángel más sincero, más personal y también más desconocido, ya que no solo habló de sus comienzos y de cómo decidió dejar a un lado el balón de fútbol para cumplir su sueño de ser actor, sino también de su relación con sus padres, de lo complicado que es en el amor, de cómo se lleva con las redes sociales y no pudo evitar emocionarse al mencionar a su 'tata', una de las personas más importantes de su vida.
El actor aseguró que se siente "muy orgulloso" de sus padres, aunque reconoce que tanto su familia como sus amigos han sido siempre muy exigentes con su trabajo: "En general me meten mucha caña, mis amigos y la familia. Hace unos años dije: "Ya está bien, que algún día me podéis decir que lo he hecho fenomenal, pero sin el pero". Siempre hay una cosita… y a veces es cansado". Muñoz no tuvo problema en hablar de su madre, la vidente Cristina Blanco, quien hace años vivió un momento complicado: "¿Cómo lo vives? Con dificultad, con muchas ganas de cuidar y también con la máxima compasión que le tienes a la persona que más quieres en el mundo. Y esa compasión está en no juzgar y no cuestionar, sino ver cómo está, e intentar que se ponga lo mejor posible en el plazo más corto de tiempo", confesó el actor. "Más allá de lo ocurrido, es ver que en un momento dado una persona está deprimida y no sale de ahí, y quieres que salga de la mejor manera posible... Ver cómo una persona toca fondo y le cuesta mucho salir, duele. Pero estoy muy orgulloso, porque salió y a lo largo de los años, me ha dado muchas lecciones de vida, y una fue aquella".
¿Qué lección le dio su madre? "De humildad y de cuidarme a mí lo máximo posible, no es casualidad que me preguntes por esto, nunca se ha hablado de ello. Ella decidió apartarse y quedarse en un segundo plano, prácticamente invisible, para que a mí no me tuviesen que hacer este tipo de preguntas, debido a que me tengo que enfrentar a los medios por cada trabajo que hago. Y eso se lo agradeceré siempre", concluyó el actor, que explicó que: "Quizás la primera vez que fui a terapia fue cuando tendría 20 años… de seguido, habré ido diez u once años".
El amor fue también otro tema destacado de su entrevista y es que, cuanto menos, llama la atención cómo habla el propio Miguel Ángel de la manera en la que lidia con sus parejas al ser un personaje famoso: "Hay alguna mujer ha sido importante o yo pensaba que lo podía ser, pero cuido tanto el que no se me vea, que a veces es difícil incluso que surja de una manera natural (...) Me fastidia siempre mi actitud de intentar ser tan discreto, no actúo con normalidad. Si a mí me gusta alguien y pasan dos meses, a lo mejor me apetece darle un beso en la calle o abrazarla… y no lo hago, lo hago en la intimidad… Me cuesta un montón". Muñoz, que asegura que lleva soltero más de un año y medio, se mostró de lo más sincero: "Te hacen una foto, te preguntan, parece que algo se hace oficial cuando no lo es… y la relación con la persona te cambia. En la pareja hay uno momento que uno de los dos se pregunta "¿Qué somos? ¿dónde estamos?" Si apareces en una foto y todo el mundo da por hecho una realidad que no lo es, a lo mejor la pregunta viene antes de tiempo y es un fastidio. No he tenido muchas parejas. Cuento dos nada más", aseguró el protagonista de UPA Dance, cuya última relación que conocemos es la que mantuvo con la también actriz Manuela Vellés.
¿Cómo lleva su relación con los medios y las redes sociales? "Nunca he contado temas personales porque es algo que intento guardarme para mi familia y mis amigos, si lo compartiese todo con todo el mundo, sentiría que no le hago un especial a la gente que comparte la vida conmigo. En las redes sociales soy muy activo. Hablo de muchas cosas, pero realmente aunque parezca que me lo paso muy bien, donde mejor me lo paso, no lo cuento. Y cuando lo paso muy mal tampoco lo cuento. Sin embargo, mis siete amigos del alma y mi familia saben todo lo que me pasa en cada momento (...) Las redes sociales no me encantan, soy esclavo de eso, es parte de mi trabajo, y lo digo siempre, para mí es una farsa. Es una farsa que desgraciadamente se ha mezclado con nuestro trabajo. No con el mío como actor porque nadie me va a dar un papel por tener más seguidores, pero desgraciadamente a veces cuenta. Me metí por curiosidad en las redes sociales desde el principio y sí que tengo seguidores, entonces es algo que he ido cuidando por la parte profesional y que no me gusta nada en la parte personal. Es dedicarle una energía a algo que es lo que yo trabajo todos los días en mi terapia, que es de lo que no tengo que estar pendiente: el ego".
Al igual que a otros muchos de sus compañeros, que están expuestos a la opinión pública desde hace años, la fama se le podría haber subido a la cabeza, sin embargo, él afirma que es algo en lo que trabaja constantemente: "No creo que tenga mucho ego, lo intento trabajar, pero sí que lo tengo. Creo que para dedicarse a esto hay una parte que uno tiene que tener. Cuando yo estaba encima de un escenario delante de veinte mil personas hacía así y se callaba todo el mundo y me ponía unas gafas de sol y me creía Dios, pues una parte de tener un ego tan grande que no me gusta. En mi caso, yo siempre me creía que estaba interpretando a una estrella del rock, y un minuto antes de salir al escenario me sentía una cucaracha y un minuto después también, porque yo era súper inseguro. Ya no me subo delante de veinte mil personas. Soy inseguro… lo que yo proyectaba sobre el escenario como artista musical no se correspondía para nada con lo que yo sentía".
Risto Mejide dejó el momento más emotivo para el final, cuando le puso varias fotos de su 'Tata'. El actor madrileño no pudo evitar la emoción y rompió a llorar al hablar de lo importante que es en su vida. "Inevitablemente... llegará algún momento que no estemos juntos...", dijo con la voz entrecortada, y siguió: "Ella fue la persona que me pudo dedicar más tiempo cuando era pequeño, mis padres los dos trabajaban, y ella también, pero me podía llevar a su trabajo y pasaba mucho tiempo con ella. He pasado gran parte de mi infancia con ella y he tenido la suerte que ella es una persona excepcional y tiene un corazón increíble y una mente privilegiada. Ha sabido acercarse a mí desde niño, en mi adolescencia y de más adulto... y yo he tenido la conciencia de no perdérmela y en mis 33 años quizás nos hemos ido intercambiando los papeles. La mitad me ha cuidado ella y en la otra mitad yo la cuido, nos cuidamos mutuamente, para ella yo sé que soy su razón principal para existir, le doy la vida y ella a mí. Ha sido un regalo el haber podido de tener la conciencia de dedicarle tiempo a una de las personas más importantes de mi vida".