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El del pasado lunes no fue un concierto más para Alejandro Sanz. El cantante cerraba su gira Sirope Vivo y lo hizo por todo lo alto, con un espectáculo en el BarclayCard Center de Madrid que deleitó a un público de lujo dispuesto a bailar hasta la última de sus canciones y a aplaudir cada uno de los emocionantes momentos que se vivieron sobre el escenario.
El más tierno de todos ellos fue, sin duda, el que el cantante protagonizó junto a su hijo, Dylan, fruto de su relación con Raquel Perera. En el repertorio no podía faltar Capitán Tapón, el tema de su último álbum que Alejandro dedica a su niño, quien incluso "canta" con él en el disco. Y, para hacer aún más especial esta canción de por sí emotiva, el artista se animó a subir a Dylan al escenario al finalizar su interpretación. El pequeño, que en verano cumplió cinco años, parecía algo tímido y adormilado, pero aun así se animó a saludar a la multitud agitando la mano desde los brazos de su papá.
Entre los asistentes, Emiliano Suárez y Carola Baleztena; Loles León y Fernando Tejero; y Sara Carbonero, gran amiga del artista. La periodista, que tiene fijado su hogar en Oporto, voló hasta Madrid para no perderse el concierto de Alejandro Sanz. Y una vez más, dio una lección de estilo con un favorecedor 'look'.
Tampoco quisieron perderse el concierto Genoveva Casanova y José María Michavila. Desde que ¡HOLA! publicó a finales de noviembre las imágenes que confirmaban su reconciliación, se han vuelto inseparables, disfrutando de un romántico plan tras otro, y esta vez quisieron poner a su velada la banda sonora de Alejandro Sanz. Allí estuvieron también el ex futbolista Luis Figo y su mujer, la modelo Helen Sveding, que recientemente presumían de su hija Daniela en el Baile de Debutantes de París.
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Todos ellos, junto al resto de espectadores, pudieron corear canciones tan conocidas y míticas como Corazón Partío, que hizo vibrar a todo el recinto con su "compadre" José Mercé acompañándole en el escenario. Tampoco faltaron otros duetos con artistas de la talla de Malú, su "hermanita chica", como él misma la define. Con ella interpretó Desde cuando, mientras que con el "maestro" Miguel Poveda cantó el tema No me compares. En cuanto a Marc Anthony, aunque no pudo acudir personalmente para entonar con él Deja que te bese, sí estuvo presente de alguna manera, a través de unas pantallas.
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Este concierto de fin de gira es el primero de los dos con el que el artista vuelve a su "casa", a Madrid, para poner el broche a un tour que han visto más de 600.000 personas de España y América Latina en los últimos 18 meses. Dos recitales que colgaron el cartel de "no hay entradas" hace días.
"Es un gusto y un placer cerrar esta gira Sirope, que ha sido increíble, en casa. Es como que todo termina como tiene que terminar", dijo el cantante en alusión a Madrid, la ciudad que le vio nacer hace ahora 47 años. Una gran forma de poner el cierre de oro a su gira... y al año: "Para el próximo solo espero que estemos más felices, más tranquilos, que nos miremos más a los ojos y que prometamos de todo".
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