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Ha llegado el gran día que Isabel Pantoja estaba esperando desde hacía mucho tiempo. Finalmente, la artista ha visto saldada su deuda con la justicia con la extinción de la condena que le impuso la Audiencia de Málaga de dos años de prisión por blanqueo de capitales. La cantante ha ido a firmar el documento que certifica que es una mujer libre sobre las 14.00 horas de este viernes, 28 de octubre, al centro de Inserción Social de Jerez de la Frontera donde en los últimos meses se ha sometido al seguimiento y control de los servicios sociales penitenciarios.
Isabel ha llegado en coche acompañada de su hermano Agustín. No ha querido hacer declaraciones a los numerosos medios de comunicación que se han reunido en la zona, pero su cara y sus gestos lo decían todo. Su abogado ha hecho su entrada unos minutos antes que ella. A la salida del centro se ha mostrado radiante e, incluso, se ha despedido de los reporteros saludando y lanzando un beso. La artista ha abandonado las dependencias de la mano de su hermano. Para la ocasión ha elegido un look muy vistoso compuesto por pantalón vaquero, camisa blanca y un pañuelo muy flamenco colocado sobre sus hombros.
Posteriormente, Isabel ha puesto rumbo a la finca de Cantora donde se ha reunido con algunos amigos y miembros de su familia, entre ellos, su hija, Isa Pantoja. Se trata de un gran día, tanto para ella como para los suyos, así que seguro que han celebrado la noticia como se merece.
Y es que la cantante logra pasar página a uno de los capítulos más amargos de su vida. Ingresó en la cárcel sevillana de Alcalá de Guadaíra el 21 de noviembre de 2014, y recibió la libertad condicional el 2 de marzo de 2016. El juzgado de vigilancia penitenciaria destacó, para aprobar la libertad condicional, que Isabel contaba con el pronóstico favorable e individualizado de reinserción social y también desarrolló de forma continua actividades laborales, culturales y ocupacionales. A partir de este 28 de octubre empieza también a contar el plazo para que la cantante deje de tener antecedentes penales, lo que ocurrirá dentro de tres años, en 2019.
Comienza una nueva vida para la artista y lo hace con nuevos e ilusionantes proyectos en mente. El próximo 2 de noviembre se desvelarán todos los detalles de su nuevo disco Hasta que se apague el sol. Se trata de su trabajo número 29 con el que regresará a los escenarios después de un largo periodo de tiempo. Una buena noticia para sus seguidores, ya que desde 2014 no ofrecía ningún concierto.
A su buen momento profesional, Isabel suma una excelente etapa personal. En los últimos meses ha vivido importantes celebraciones para la familia como la boda de su hijo Kiko Rivera con Irene Rosales. Una fecha muy especial en la que fue una de las protagonistas, ejerciendo de madrina. El pasado mes de marzo también acudía al bautizo de su nieta Ana, una ocasión en la que no pudimos ver imágenes de la artista.
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Desde que el pasado mes de marzo obtuviera la libertad condicional, la cantante ha llevado un vida muy discreta en su finca de Cantora en compañía de su madre y su hermano. Isabel se ha volcado por completo en su familia. Ahora, la artista pone punto y final a uno de los episodios más complicados de su vida, y lo hace con una gran sonrisa.
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