Una tarta de cumpleaños, globos, amigos… y muchas sorpresas. El futbolista del FC Barcelona, Dani Alves, ha vivido un día muy especial con motivo de su 33 cumpleaños. La jornada comenzaba soplando las velas en su casa junto a su pareja, Joana Sanz. “Feliz cumpleaños mi amor, hoy hay que celebrar el día en el que naciste, celebrar que gracias a un día como hoy, estás en mi vida, primer cumpleaños de muchos más juntos! haré todo porque sea especial... especial para alguien tan especial como tú, mi soulmate”, era la tierna dedicatoria que compartía en las redes sociales.
Su pareja le correspondía con unas bonitas palabras en las que destacaba que gracias a ella su vida tiene “un sentido diferente”. Tras un desayuno con globos y una deliciosa tarta, el futbolista no faltó a la jornada de entrenamiento y, como no podía ser de otra manera, se convirtió en el protagonista del día. Sus compañeros de vestuario le tenían preparada alguna que otra broma.
Cargados de huevos y harina, estaban dispuestos a manchar al cumpleañero. “Espero que nuestra hermandad vaya más allá del fútbol”, aseguraba en las redes Alves. Las sorpresas no quedaron ahí, y es que este “día loco”, como Joana Sanz lo define, también contó con un ¡secuestro!. En una de las imágenes que han compartido en Instagram, se puede ver cómo el futbolista es “raptado” de su propia casa para poner rumbo a la próxima sorpresa del día: una batalla de paintball.
- Joana Sanz consigue que Dani Alves se vista de blanco
- Una de cal y otra de arena para Dani Alves y Joana Sanz
Una excelente oportunidad en la que el brasileño se pudo vengar de las bromas que le habían gastado sus compañeros. Perfectamente equipados con pistolas en mano, se puede ver a su grupo de amigos, entre los que se encontraban algunos jugadores culés, entre ellos, Neymar, Adriano y Rafinha. Sin duda, un día difícilmente de olvidar que Dani Alves vivió como un enano. “El mejor regalo que yo podría tener en el día de hoy era ese. Pasar el día con ustedes y vuestra energía no tiene precio”, aseguraba y añadía: “que siga la fiesta”.