)
Salta a la vista que Isabel Preysler está atravesando una muy buena etapa. Lo refleja su sonrisa, que es si cabe aún más amplia cuando pasea del brazo de Mario Vargas Llosa. Una imagen vale más que mil palabras y las suyas demuestran lo bien que están, algo que la propia Isabel no duda en reiterar, como ha hecho durante su última aparición en un acto público asegurando que "es un momento muy, muy, muy feliz de mi vida".
Isabel Preysler acudió este jueves por la noche a la inauguración de la nueva tienda de la firma Rabat en Barcelona, ejerciendo de madrina de honor en la Casa Codina, un emblemático edificio gigantesco de seis plantas y modernista de 1898 situado junto a La Pedrera. Aunque en esta ocasión no la acompañaba Mario Vargas Llosa, Isabel tuvo algunas palabras para su pareja, confesando que el escritor es "mucho más ingenioso" y contando una vez más lo felices que se encuentran.
Para la ocasión, Isabel optó por un elegante pantalón negro, camisa de encaje con coloridas flores y transparencias, pequeño 'clutch' rojo y, por supuesto, con espectaculares joyas de Rabat, firma que utiliza desde hace mucho tiempo, con las que posó con la mejor de sus sonrisas.
En un evento marcado por el glamour, Isabel disfrutó de la fiesta con la compañía del resto de invitados, entre los que se contaban Mar Flores, Astrid Klisans, Alejandra Prat, Mireia Belmonte, Carles Francino o Sergi Arola con Silvia Fominaya.
Hace unos días Isabel acompañaba a Mario en la gala de la Hispanic Society of America en Nueva York, donde el escritor recibió una de sus prestigiosas medallas Sorolla por su contribución a las artes y la cultura hispanas. Junto a Álvaro, el hijo mayor del literato, Isabel pasó con Mario unos agradables días en la Gran Manzana, un sitio en el que se sienten muy agusto, antes de volver a Madrid para retomar su agenda.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
