De Facebook se ha hablado mucho: sobre su arrollador éxito, sus peligros, sus ventajas, su joven y millonario creador… ahora, Facebook ha hecho posible un final feliz para una dramática historia. Una madre británica ha encontrado a su hijo desaparecido, 27 años después de denunciar su secuestro, gracias a la red social.
La protagonista de esta historia es Avril Grube, una mujer de 62 años, que vive en el condado de Dorset (suroeste de Inglaterra). En 1982 se separó de su marido, Joseph, de nacionalidad húngara, y según ha declarado, consiguió la custodia del pequeño Gavin, que apenas tenía dos años. Un día, el padre del niño lo llevó a ver el zoo de Blackpool (al norte del país): aquella fue la última vez que Avril vio a su hijo. En realidad, Joseph (que falleció en 2006) se lo llevó a su país de origen.
Ahora Gavin Paros tiene 29 años y ha vivido toda su vida en Hungría. Esta semana ha recibido probablemente el mayor regalo de toda su vida: conocer a su madre y a su tía, Beryl Wilson. Las dos han dedicado todos sus esfuerzos durante las tres últimas décadas para encontrar a Gavin: contactaron con la Embajada húngara y el caso llegó hasta la entonces Primera Ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher.
Beryl explicó a la BBC que el padre de Gavin se llevó al pequeño durante una visita dentro del régimen que pactó con su ex mujer en el divorcio. Como es natural, Avril sufrió mucho al enterarse de lo sucedido: "Mi hermana se quedó destrozada, su salud se resintió. Lo intenté todo, pero nadie quería saber nada del tema", señaló Beryl.
Casualidades del destino
Este giro del destino ocurrió por casualidad el pasado mes de marzo. Beryl, que nunca cejó en su empeño por encontrar a su sobrino, tecleó el nombre del joven en un buscador de Internet. Cuál fue su sorpresa cuando, de pronto, encontró un perfil de Facebook que coincidía a la exactitud con el niño perdido. Se trataba de un joven de Hungría, que había nacido en Liverpool y que incluso conocía el nombre de su madre. "Me quedé muy aliviada, me llevó 27 años pero nunca me rendí", afirmó.
Pero la conexión entre madre e hijo no fue inminente. Gavin llevaba sin entrar en su perfil de Facebook desde octubre de 2008, y el día que lo hizo se encontró con numerosos mensajes que su tía le había dejado. “Llamé a mi hermana cuando Gavin me respondió y le dije que se sentara”, cuenta Beryl, “y todo lo que oí después fueron gritos”.
Confirmado el parentesco, Avril llamó por teléfono a su reencontrado hijo; hizo falta un intérprete, pero según ha contado Beryl “estaban contentísimos”. Así, Avril supo que su hijo está casado y tiene tres niños, con lo que también es abuela. Todavçia le queda por conocer a su nuera, Sylvia, y a los pequeños: Anastasia, de diez años; Thomas, de siete; y, Angelina, de seis.
El perfecto regalo de cumpleaños
Por fin madre e hijo planearon el encuentro con el que llevaban soñando casi 30 años. La cita fue el pasado 28 de mayo en casa de Avril. Su marido fue a recoger al joven al aeropuerto de Gatwick (Londres) y lo llevó al domicilio.
Aquel fue un momento especial y único. “No podía dormir. Me senté a esperar que llegara. Y aunque han pasado ya casi 30 años, nada más verlo, lo reconocí” ha asegurado Avril a la prensa. “Tiene mis ojos”.
La comunicación no fue fácil en el primer momento, ya que Gavin ha olvidado casi todo su inglés y Avril nunca habló húngaro. Pero las palabras no eran necesarias: “Solo nos abrazamos”, ha contado Avril. “Es el día más feliz de mi vida”, añade. También para el joven, ya que llevaba cinco años intentando encontrar a su familia. Ahora madre e hijo podrán recuperar el tiempo perdido.