Gracias a su perseverancia e inteligencia, Sonia logró una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad de Princeton, donde se graduó "summa cum laude". Después de Princeton, la joven, que supo vencer la discriminación por su raza, se graduó de la Escuela de Derecho de Yale, después ejerció como abogada, fiscal y finalmente jueza. Pese a su más que excelente trayectoria profesional, la modestia es, según los que la conocen, uno de los rasgos característicos de Sotomayor, que en ningún momento olvida sus orígenes. De hecho, Obama tuvo en cuenta no sólo su brillante experiencia judicial, sino también su historia personal. “Sonia trae al tribunal, no sólo el conocimiento y la experiencia de una brillante carrera legal, sino la sabiduría acumulada en una vida que es fuente de inspiración”, dijo el Presidente al anunciar su decisión, ante una emocionada Sotomayor. “Soy una persona común bendecida con una oportunidad extraordinaria", respondió la jueza en la Casa Blanca ante tanto elogio. El entusiasmo que ha generado la candidatura de Sotomayor es el legado de la fuerza y el amor de su madre, a la que describió como la inspiración de su vida, la persona a la que debe todo lo que es y alguien ante quien se sigue sintiendo pequeña."Soy sólo la mitad de mujer que ella”.
Sotomayor, que se divorció cuando era joven y no ha vuelto a casarse ni tiene hijos, es una amante de su trabajo y se define como una persona a la que le gusta disfrutar de la vida. A raíz de su nominación y a la espera de ser designada por el Senado, Sonia Sotomayor vive intensamente su posibilidad de alcanzar "el sueño americano", tal y como lo calificó Barack Obama.