El recuerdo de su madre Rosario le ha acompañado por todas las pistas del mundo desde que ésta falleciera en 1996 víctima de una grave enfermedad. El gesto para celebrar sus victorias, mirar al cielo y enviarle una dedicatoria Va por tí mamá, volvió a repetirse en París. Arodillado y lleno de jubilo, el tenista de Onteniente le dedico a su madre el máximo triunfo de su trayectoria deportiva. Tras este bonito gesto, corrió a abrazarse con los suyos que le esperaban en las gradas: su padre, Eduardo, sus hermanas, Laura y Ana, su entrenador Antonio y una bella joven que se convirtió en el centro de todas las miradas tras felicitar a Ferrero con un apasionado beso. Sin embargo, el joven valenciano no ha querido hablar al respecto. Simplemente se ha limitado a pasear junto a ella cogido de la mano en la fiesta celebrada en su honor en la embajada de España en París.
Su meta: ser número uno
El tenista español, de 23 años, cumplió el mayor sueño de su infancia al proclamarse campeón del Roland Garros, su primer título Grand Slam. La primera vez que pisó la pista central del torneo parisino fue cuando sólo contaba con 12 años y se prometió a sí mismo ganarlo algún día. Ahora su meta más próxima es convertirse en número uno del mundo, desbancando a André Agassi y Lleyton Hewitt. Simplemente le separan 385 puntos del Hewitt, que actualmente encabeza la lista de la ATP.
Dedicatoria del Rey
El triunfador de Roland Garros recibió un telegrama de los Reyes de España para felicitarle por su victoria en París. "En vuelo hacía Bulgaria nos enteramos de tu triunfo. Nos alegramos y, aunque nos hubiera gustado poder abrazarte personalmente, lo hacemos desde 32.000 pies de altura. Con afecto y un abrazo. Juan Carlos Rey. Sofía Reina".