25 JUNIO 2001
Tras haber superado una grave enfermedad, Alfonso Santisteban vivió, el pasado 23 de junio, uno de sus días más felices gracias a la boda de su hija Silvia. A las siete dela tarde Alfonso ejerció de orgulloso padre y padrino llevando del brazo a la joven que contraía matrimonio con Gonzalo Villarroya, director general de una importante empresa constructora, en la localidad malagueña de San Pedro de Alcántara.

Un ramo diseñado por ella misma
Silvia, que se licenció en publicidad, es hija del compositor y de la que fue uno de los rostros más populares de la televisión hace unos años, Marisa Medina. Aunque la pareja está divorciada desde hace bastante tiempo, siempre ha mantenido, por sus tres hijas, Silvia, Alejandra y Laura, la amistad y el respeto mutuo. Para tan especial ocasión la novia eligió un traje de Mikado en color marfil con la cola y la parte inferior salpicada de pétalos de rosas rojas, un velo también color marfil y un ramo de rosas rojas diseñado por ella misma. Escapando de la tradición no llevó nada prestado, ni viejo, ni azul y, además, se vistió en casa de su padre en Marbella, donde durmió la noche anterior a la ceremonia.

“Es el día más feliz de mi vida”
Después de nueve meses de quimioterapia y radioterapia, Alfonso Santisteban ha superado un cáncer de pulmón que le fue diagnosticado tras una intervención quirúrgica: “Ha sido el día más feliz de mi vida. Soy un hombre vital que ama la vida y que siempre ha luchado ante las adversidades y les he plantado cara. Nunca he bajado la guardia, ni tan siquiera cuando los médicos me dijeron que me quedaban pocos meses de vida. En el 93 me extirparon el lóbulo superior del pulmón izquierdo y el año pasado, con la quimioterapia y la radioterapia me han quemado la mitad del pulmón derecho. Todo el dolor y el sufrimiento valían la pena para poder ayudar a mi hija a vestirse de novia, yo le he abrochado los 120 botones, le ayudé a planchar el vestido y por la mañana le llevé el desayuno a la cama”.

Luna de miel en Boston y en el Caribe
Al término del enlace, los contrayentes se reunieron con sus invitados, entre los que se encontraban Manolo Santana y su hija Alba, el doctor Alfonso Cabezas y su mujer, Mari Carmen entre otros, en un cóctel seguido de una cena en el beach del hotel don Carlos. El feliz día tuvo como broche final un vals y fuegos artificiales. Los destinos del viaje de novios son, primero Boston, donde el novio cursó estudios en la Universidad de Harvard y después un romántico crucero por el Caribe.